Un grupo de unos 20 jóvenes han decidido este domingo a primera hora de la mañana realizar un botellón para acabar la fiesta en el paseo de Figueretes.

Con un altavoz y bebidas de todo tipo estos jóvenes han decidido que la playa era un buen lugar para acabar la fiesta sin que ningún policía haya interrumpido el botellón.

La música podía escucharse en gran parte de la playa de Figueretes.

Curiosamente el Govern ha decidido que sean los hoteleros los que persigan este tipo de actitudes, lo que la izquierda llama turismo de excesos.