La obra empezó el pasado mes de abril y aún continúa pese a ser temporada alta.

La remodelación de la avenida de Isidor Macabich, que el socialista Rafa Ruiz activó el pasado mes de abril, a las puertas de la temporada turística, está afectando gravemente a comercios y establecimientos hosteleros de la zona. No solo los ubicados en la misma avenida se están viendo perjudicados sino que los que trabajan en las calles cercanas a esta arteria de la ciudad han constatado un descenso más que preocupante de sus cajas. Al ruido, el polvo y la falta de aparcamientos se han unido ahora los constantes cortes de suministros, que están dificultando el trabajo a muchos de estos establecimientos.

Así lo explicó este sábado el encargado del Café Harinus de esta avenida, Hassan Raougui, quien lamentó que «los clientes ahora mismo, si están en la terraza, comen tostadas con polvo». Raougui criticó que los trabajos, que comenzaron el pasado mes de abril, estén provocando cortes de electricidad y agua de forma casi constante. «Hay días en los que tenemos que parar de dar servicio», lamentó, «porque, sin agua o sin luz, no podemos funcionar».

El encargado de esta conocida cafetería también relató que «el polvo, el ruido y los atascos constantes» están afectando al negocio, hasta el extremo de que, con respecto al verano de 2021, «la caja ha bajado entre un 45% y un 50%». Las obras, además, han tenido como consecuencia en este caso que la empresa haya decidido no ampliar la plantilla para los meses de la temporada alta: «Lo normal es que en verano seamos 12 personas y nosotros ahora mismo somos cinco, la plantilla de invierno. En el resto de Harinus se ha contratado a la gente que se contrata siempre en verano. Pero aquí no hace falta porque no hay negocio».

En la calle Castilla, paralela a Isidor Macabich, las cosas no son muy diferentes. El propietario del bar Balafi, Antonio Tur, denunció que los trabajos en la avenida han provocado que su clientela caiga «en un 30%». «Y eso que yo estoy a 70 metros», añadió. Tur dejó claro que, en su opinión, «los trabajos se tenían que haber hecho en invierno». Y que, además, «las obras tendrían que ir más rápido para acabar cuanto antes». «No puede ser que haya 20 trabajadores y una sola máquina, como vi yo mismo hace unos días», explicó, «las obras van muy lenta porque falta maquinaria y eso es un problema de la empresa». Tur, sin embargo, reconoció que buena parte de su clientela aún sigue acercándose hasta su bar. «Son fieles, a pesar de todo», afirmó sonriente.

Más afectado se ha visto el restaurante Re.Art, cuyo propietario, David Reartes, explicó que, en su caso, pierde a diario «entre 25 y 30 clientes de media» por las dificultades que están generando los trabajos de remodelación de la avenida. Ubicado en la calle Castilla, este establecimiento se ha visto especialmente perjudicado por la anulación de los dos aparcamientos de los juzgados, convertidos ahora en espacios para maquinaria y materiales de las obras. «Los clientes no vienen porque no encuentran sitio para aparcar», lamentó, «o porque, directamente, no pueden llegar». A esto se añade la falta de taxis en horas punta, que lleva a muchos clientes que han reservado mesa en Re.Art a cancelar la cita por la imposibilidad de acceder al establecimiento. «No pueden llegar en coche y no pueden estar esperando una hora y media un taxi y, al final, cancelan la reserva», explicó este empresario.

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«Yo puedo entender que haya que hacer obras», aseguró Reartes, «pero se tenían que haber hecho por etapas, poniendo un poco de lógica. Además, podrían haber avisado antes». En su caso, calculó que la caída de caja con respecto a 2021 ha sido del 50%.

Una situación similar viven en el restaurante Pomona, cuya responsable, Virginia Manzaneque, calcula que el descenso en su establecimiento ha sido también del 50%. En su caso, la situación se agrava porque abrió el restaurante en 2021. «En esta época, mis clientes son sobre todo turistas y ahora no vienen», lamentó. Manzaneque tiene claro que la falta de aparcamiento por culpa de las obras es lo que realmente está afectando a estos negocios. «Nos complican la vida para venir a trabajar», explicó, «y se la han complicado a los que venían al centro, que ahora no vienen». La situación se agrava cuando en redes sociales «se recomienda a la gente no venir al centro», señaló esta empresaria, visiblemente preocupada por la situación.

Manzaneque se preguntó «cómo es posible que hagan esto en plena temporada». Y añadió: «El barrio ahora mismo está muerto, está desierto. Es verdad que, cuando empieza la temporada, hay un pequeño bajón que se supera en unos días. Pero ahora eso no es así. Además, el Ayuntamiento nunca ha contactado conmigo para decirme que iban a hacer esto».

En la pastelería Bonanza, Maruja Serra, encargada del establecimiento, también criticó con dureza la decisión del Ayuntamiento de acometer estos trabajos afectando de lleno a la temporada turística. Serra, que recientemente ya declaró en este periódico su disgusto por cómo están afectando las obras a su establecimiento, indicó este sábado que «todo sigue igual o peor». «Hay más calles cortadas y cada día es más difícil llegar aquí», explicó. La encargada de Bonanza lamentó que «todo sigue siendo un caos» en esta zona de la ciudad. En su caso, relató que «hay clientes que te explican que, como es imposible llegar aquí, se van a otros establecimientos y no te queda más remedio que entenderlo».

Serra, finalmente, también criticó que el Consistorio no haya contactado en todo este tiempo con establecimientos como el suyo: «Aquí no ha contactado nadie. Solo he visto la información de un cartel pero también es verdad que a los comercios no suelen informarnos de nada».

Las medidas

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Eivissa anunció el pasado mes de mayo un paquete de medidas para intentar paliar los efectos que están sufriendo los empresarios de la zona. En este sentido, habrá una bonificación del 50% en la tasa de las basuras y no abonarán la tasa de ocupación de la vía pública mientras duren los trabajos en esta avenida. A esto se suman dos horas de aparcamiento gratis en el Cetis para intentar facilitar el acceso a la zona.