Pilar Ribas, minutos antes de la charla con este rotativo. | Arguiñe Escandón

Visto los buenos resultados obtenidos hasta ahora, Sant Josep pretende contar con una red de cámaras que permitan realizar seguimientos y ‘cazar’ a taxistas pirata. De momento, ha caído ya uno de los más activos, conocidos como la ‘Perla Negra’, algo que celebra la edil responsable de Gobernación, Pilar Ribas (Ibiza, 1974).

—Las cámaras instaladas en el aeropuerto para combatir el intrusismo en el sector del transporte de pasajeros comienzan a dar resultados.

—Desde el Ayuntamiento estamos muy contentos con el resultado inicial porque lo primero que hemos detectado es que estas cámaras han tenido un efecto disuasorio. Aunque todavía es pronto para decirlo, notamos una menor presencia del transporte ilegal, en este caso en la zona del aeropuerto, y también nos lo confirman así los taxistas de la parada. De hecho, solíamos recibir muchas llamadas denunciando este tema y este año han bajado bastante y además nos aseguran que hay menos tráfico de esta clase, y aunque es cierto que los ilegales se han desplazado a otros puntos, en el aeropuerto parece que la cosa está funcionando bastante bien.

—Parece un medio sencillo y que da buenos resultados. ¿Por qué no se han instalado antes?

—Probablemente es porque los sistemas informáticos evolucionan mucho y de manera rápida y es posible que hasta ahora no se hubiera encontrado un medio adecuado o que no se confiara demasiado en sus resultados puesto que existen reticencias en relación a la protección de datos. Es verdad que estas cámaras funcionan, aunque estamos en la fase de depurar listas de matrículas porque tenemos muchas entradas de vehículos que se desplazan a menudo al aeropuerto y que después son VTC o pertenecen a los servicios de traslado de un hotel. Así y todo, detectamos que en nuestras listas principales se ha registrado un descenso importante de los piratas respecto a años anteriores.

—¿A qué sanciones se enfrentará este conductor conocido como la ‘Perla Negra’?

—En principio, se le retira el vehículo y se le interpone una multa de 6.000 euros, eso como mínimo. Después, se trata de una falta administrativa, pero nosotros intentamos detectar todo tipo de deficiencias, no solo en cuanto al taxi ilegal, sino que nos hemos encontrado con vehículos sin seguro. El otro día detuvimos a un taxista ‘pirata’ que viajaba sin el seguro obligatorio. Otras veces no tienen la ITV pasada e incluso hemos conseguido multar por tenencia de drogas. Se trata de detectar todas las faltas administrativas o delitos que podamos imputarles en ese momento.

—En ocasiones, existe cierta sensación de impunidad en relación a estas prácticas.

—En principio, el procedimiento administrativo es el que es. Nuestro trabajo, en relación al ámbito policial, no es cobrar las multas puesto que se trata de una parte administrativa que el Ayuntamiento lleva a cabo. Es decir, una vez te multan, si no vienes a abonar la sanción ya te perseguirán hasta que la pagues, siempre dentro de los cauces legales y de la Administración pública. Es cierto que hay gente que hace trampas y, si a una persona recuperar el vehículo le cuesta 6.000 euros, es posible que opte por buscar otro turismo y vuelva a la carga. El problema de esto es que, al no estar considerado como un delito sino como una falta administrativa, se trata como tal y nosotros no podemos hacer más que perseguirlos, disuadirlos e intentar lograr que paguen las multas, consiguiendo que cada vez haya menos piratas.

—El Ayuntamiento ha expresado sus intenciones de instalar más cámaras en diferentes puntos del municipio.

—Nosotros realizamos un estudio para comprobar la viabilidad de las mismas. Sabemos que faltan agentes y, de momento, no podemos contar con más efectivos, así que debemos facilitarles todas las herramientas resolutivas para que puedan trabajar con más efectividad. El estudio hablaba de unos 30 puntos, con unas 40 cámaras que se distribuirían por las vías más importantes del municipio, en las zonas más turísticas o cruces -por ejemplo una rotonda con mucho tráfico- y que estas lecturas de matrículas sirvan para filtrar y realizar posibles seguimientos si, por ejemplo, se ha producido un robo. Este uso sería una de las ventajas de contar con este sistema de cámaras. Tenemos el estudio, aunque todavía todo está muy verde porque hemos recibido varias versiones con los diferentes puntos en los que podrían instalarse las cámaras y buscamos también que éstas se autoalimenten con energía solar. Hay una serie de cosas que debemos estudiar, aunque esperamos que sea una realidad cuanto antes.

—¿El próximo verano podrían estar instaladas?

—Nuestra intención es que estuvieran todas funcionando, aunque no sé si se llegará a tiempo. Cuando licitemos el sistema -porque al final el número de cámaras es lo que menos importa- lo que más cuesta es el software o el punto de control para la policía y, por lo tanto, da igual que sean 10 cámaras o 30, porque lo que pesa es todo el sistema que hay detrás. Seguramente, intentaremos realizar una licitación de todos los puntos a la vez. Es cierto que la Administración es lenta, y las contrataciones todavía más, así que me encantaría que todo estuviera para el próximo verano. Si no es posible en mayo, que sea en agosto, pero nuestra intención es llevar a cabo este proyecto.    

—Los colectivos de taxistas creen que, al haber más vigilancia en zonas como el aeropuerto, los ‘piratas’ se han desplazado a otros puntos.

— Sí, es el efecto disuasorio de las cámaras. También Salinas a principios de verano ha sido un punto caliente y detectamos una afluencia anormal de estos conductores ilegales, por lo que pondremos más controles. Ellos se van desplazando y hay que pensar que tenemos un municipio muy extenso, con 23 playas y 80 kilómetros de costa, por lo que es complicado. Es gente que se mueve mucho, aunque intentamos detectar y controlar los puntos calientes y creemos que el esfuerzo vale la pena porque la tónica general en el municipio es que está bajando este tipo de actividad.

—¿Han detectado nuevos puntos calientes en relación a esta problemática?

—Salinas o Platges de Comte son probablemente donde más piratas hay. También en alguna ocasión en Cala Jondal. Se van moviendo mucho y creo que cada vez se difuminan más para pasar desapercibidos y no crear puntos fácilmente controlables.

—¿No cree entonces que esta temporada haya más taxis ‘pirata’?

—Esta temporada está siendo una muy buena temporada y, cuando hay gente y se mueve la parte económica, siempre aparecen tramposos, por llamarlos así, y no solo en el transporte, sino que hay más incidencias en general. No destacamos que haya un incremento por ejemplo en comparación con 2019, aunque todavía es pronto y comienza ahora lo fuerte. No estamos detectando un aumento especial en comparación con 2019. Sí que es verdad que se desplazan y cambian de sitios en base a las acciones que realizamos, pero no diría que hay más ‘piratas’ que otros años.

—Parece un medio sencillo y que da buenos resultados. ¿Por qué no se han instalado antes?

—Probablemente es porque los sistemas informáticos evolucionan