Las cofradías de Vila y Sant Antoni son conscientes de la falta de comunicación entre ambas partes e intentar acercar posturas. | Toni Planells

Los pequeños pescadores de Ibiza no ocultan su malestar ante la llegada de un nuevo armador que, según cuentan las personas que se han puesto en contacto con Periódico de Ibiza y Formentera y que prefieren guardar su anonimato, «está arrasando con los fondos rocosos con su barca de arrastre» allí donde las artes menores tienen sus caladeros. «Eso no es pescar, eso es arrasar», denuncian.

Los pescadores de artes menores hablan de la rotura de «un pacto de gente de la mar entre quienes la queremos y respetamos». Un pacto tácito en el que las embarcaciones de arrastre respetaban ciertas zonas en las que estos instalaban sus artes. Un «pacto» que acusan a este nuevo pescador en Ibiza de no respetar.

Artes perdidas

Las quejas de los patrones de las pequeñas embarcaciones pesqueras no solo giran en torno a la invasión de zonas que siempre se habían respetado. También apuntan a la pérdida de sus artes de pesca, líneas de redes que aseguran que esta embarcación arrasa. «En 30 años me había pasado una vez. Desde que ha llegado este nuevo armador, hace un par de meses, ya he perdido 23 redes», lamenta uno de los pescadores que han hecho llegar sus quejas a este rotativo. «Si ven una boya en medio se la llevan por delante, no modifican su tirada porque, total, ni conocen a quien se encuentran después en el muelle ni les importa», afirma de manera explícita el patrón de un llaüt del norte de la isla, quien asegura que «cuando esto pasaba antes, como nos conocíamos todos, te llamaban y te decían dónde te dejaban las redes, algo que ahora no pasa».

Los pequeños llaüts también pronuncian la expresión «competencia desleal» al hablar de la pesca de arrastre en general y de esta embarcación en particular. «Ellos pescan la langosta todo el año para venderla fuera, mientras nosotros solo podemos hacerlo unos meses al año», lamenta un patrón.

«Esta gente no respeta nada. Cuando lo tenga todo arrasado aquí se irá a otro lugar. Va ‘a saco’», añade otro de los pescadores, sin ocultar un ápice de indignación. «En la cofradía no dejan de llenarse la boca con lo de la pesca artesanal. ¿Qué sentido tiene ahora que traigan a gente de fuera, que usa el método de pesca más destructivo que existe? Nos están traicionando», añade el mismo pescador. Su compañero apostilla que «es mejor que desaparezca una cofradía de pescadores a que desaparezca el futuro de quienes se quieran dedicar al mar», reconociendo, de esta manera, la importancia que suponen las capturas de la pesca de arrastre para el mantenimiento de una cofradía como la de Ibiza.

Malas artes

Los pescadores no solo muestran sus quejas. También muestran ciertas sospechas, «muy difíciles de probar», respecto a las artes que usa la embarcación del nuevo armador. «Es muy sospechoso que él pueda arrastrar por las zonas rocosas en las que las otras barcas de arrastre no han podido nunca. Lo normal es que, en esas zonas, se te enganchen las redes y las pierdas. A no ser que utilices artes que no están permitidas o que tengas un motor con una potencia capaz de arrasar», explican a pie del muelle de pescadores de Vila, mientras debaten de las diferentes modificaciones (permitidas y no permitidas) que podría estar utilizando.

«El hecho es que están dejando el fondo rocoso arrasado», lamenta uno de ellos. Según los pequeños pescadores, se trata sobre todo, de los fondos del norte de la isla: «Va al límite de las reservas de Tagomago y ya tiene arrasado desde Cap Nono hasta Portinatx». Se trata de una zona en la que las especies aprovechan los fondos rocosos para su recuperación y reproducción, a la vez que también es el medio natural de otras especies como gorgonias o corales, que no soportan la acción de las artes de arrastre.

¿Quién es?

El barco en cuestión es el antiguo Blasco, rebautizado tras la compra con el nombre del mismo armador: Nacho Llorca. Desde la Cofradía de Pescadores de Sant Antoni, su patrón mayor, José Antonio Castelló, asegura que Llorca «es un pescador muy experimentado, se atreve a pasar por lugares que los demás no han pasado nunca», y califica la situación de «conflicto entre pescadores, por falta de comunicación». Desde la Cofradía de Pescadores de Ibiza, Toni Blai, su patrón mayor, declara que «somos los primeros interesados en arreglar este problema. Estamos dispuestos a mediar entre las barcas de arrastre y los llaüts para que vayan con más cuidado y poder llegar a un entendimiento». Blai propone como solución un cambio en la normativa que obligue a estas embarcaciones a pescar a más profundidad.

Reacción institucional

Desde el Departamento de Medio Rural y Marino del Consell d’Eivissa aseguran estar al corriente de esta situación y estar a la espera de la comunicación oficial con toda la información por parte de los afectados. De la misma manera explican que se está controlando tanto el cumplimiento de la normativa en materia de arrastre en lo referente a la distancia de costa como el correcto balizamiento de los aparejos de pesca dirigidos a la pesca de la langosta. En este sentido, están en comunicación permanente con los Inspectores de la Secretaría Gral. de Pesca del Ministerio, organismo competente en aguas exteriores. Desde la máxima institución insular recuerdan que la costa norte de Ibiza tiene una excepción en el Reglamento del Mediterráneo, que permite arrastrar a una distancia de 0,7 millas de costa. Se tiene conocimiento de que ambas cofradías afectadas por esta situación (Ibiza y San Antonio) están actuando como interlocutores entre las partes afectadas para resolver lo que inicialmente es un conflicto entre pescadores de la isla de Ibiza.

En este punto, cabe reseñar que este rotativo ha intentado sin éxito entrar en contacto con el armador Nacho Llorca.