Vicent Marí, Javier Torres, Sara Ramon y María Fajarnés tiraron de abanico ante el intenso calor. | Daniel Espinosa

Al acto de homenaje a Guillem de Montgrí no le faltó detalle: la corona de flores depositada por el presidente del Consell, Vicent Marí, y la presidenta del Govern, Francina Armengol; representantes de las diferentes colles de ball pagès de la isla y cerca de 40 representantes de la política insular y balear alineados frente al monumento dedicado al arzobispo de Tarragona que promovió la reconquista de Ibiza.

Como todos los años, un calor insufrible se convirtió también en protagonista de la jornada.
Para Alberto, procedente de Madrid, el acto celebrado este lunes no es nada nuevo puesto que, siempre que se encuentra en la isla de vacaciones, acude a verlo. También para Paulo, un joven de Ibiza, el homenaje de este lunes y la procesión de Sant Ciriac son actos especiales en los que suele participar siempre que puede. Una descendiente directa del Archiduque Luis Salvador disfrutó también de la procesión y del resto de celebraciones, trasladándose desde Viena para vivir en la isla las Festes de la Terra.

Parada en Sant Ciriac

Otro de los momentos destacados de la mañana fue la pequeña parada frente a la capilla de Sant Ciriac por donde se supone que entraron las tropas catalanas un 8 de agosto de 1235. El acto allí finalizó con la interpretación del tema 7 segles fa.

Ya en la Catedral, durante el acto religioso el obispo de Ibiza y Formentera Vicent Ribas resaltó en su homilía la importancia de hablar e identificarse con la tierra, «una tierra de paz y de justicia, de oportunidades y respeto».

Una vez finalizada la misa solemne, la mañana festiva se completó con la demostración de ball pagès, el discurso del presidente del Consell d’Eivissa Vicent Marí o el reparto de dulces típicos. Lo cierto es que tan solo las autoridades y políticos, y por cuestiones protocolarias, permanecieron sentados al sol durante estas actividades. El resto de asistentes optó por refugiarse en cualquier sombra que pudiera hallarse en la plaza de la Catedral.

Finalmente, con la canción Roqueta, sa meua roca, el Coro Amics de sa Música puso el punto final a la mañana de fiesta.