Botes de miel en una presentación divulgativa de apicultores de Ibiza.

El Govern ha dado el visto bueno a que la miel de Ibiza cuente con la primera Denominación de Origen Protegida (DOP) de la Isla y sea la quinta miel de España en obtener este distintivo.

La conselleria de Agricultura Pesca y Alimentación, a través de la dirección general de Políticas para la Soberanía Alimentaria, hizo pública la semana pasada la resolución por la que insta al Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación a que tramite la solicitud de inscripción ante la Comisión Europea
La Asociación de Apicultores de Eivissa, encabezada por su presidente, Vicent Marí, inició a finales del año pasado la tramitación para conseguir este sello de calidad diferenciada que identifica a la miel de Ibiza como un producto de características únicas.

Tras este trámite sólo queda su inscripción en el Registro Comunitario de DOP e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), si bien todavía está abierta la vía administrativa, con lo que deberán respetarse sus plazos.

Frente a la solicitud de la Asociación de Apicultores de Ibiza presentaron escritos de oposición el Consell d’Eivissa, una asociación y un particular que fueron desestimadas por el Govern.

Garantía de calidad

Desde el momento en que se cuente con la DOP, los apicultores ibicencos que cumplan con los requisitos y características que se establecen los pliegos de condiciones, serán los únicos que podrán incluir en su etiquetado el distintivo «Miel de Ibiza» o «Mel d’Eivissa» junto a la indicación «Denominación de Origen Protegida».

Los apicultores de Ibiza deberán respetar una serie de condiciones para el envasado, que se deberá hacer en las propias instalaciones en las que se lleve a cabo la extracción de la miel del panal, para conservar al máximo sus características específicas.

Miel única

Las características particulares de la geografía, climatología e impacto humano son las que definen la miel de Ibiza como una miel única.

Por una parte, el clima semiárido de Ibiza con precipitaciones escasas y la orografía compuesta principalmente por rocas calcáreas, dolomíticas y margas, crean unas condiciones que propician una vegetación silvestre específica.

El néctar de esa flora marca otro aspecto destacable de la miel ibicenca: el equilibrio entre glucosa y fructosa con un contenido reducido en sacarosa.

La presencia de polen de lotus, estepa y en un 80% de los casos de llengua de bou, hacen de marcadores generales de esta miel. Además, se señala que la miel recolectada en primavera tiene presencia de polen de trébol hediondo y otras fabáceas arbustivas, mientras que la miel recolectada en otoño se complementa con polen de algarrobo y brezo de invierno.

Finalmente las prácticas tradicionales que se desarrollan en la isla, como el ahumado y retirada de abejas con romero, la captura de enjambres con calabazas abejeras o la ubicación de las colmenas, otorgan particularidades a la miel.

El documento único que define la DOP, indica que se trata de una miel ámbar en todos sus espectros, desde el extra claro al oscuro, de aspecto limpio y sin impurezas. Tiene un aroma de intensidad floral fresca con notas alcanforadas. Su viscosidad es de mediana a elevada y el sabor muy dulce con notas ácidas y sensación refrescante.