El apartado de morralla de la Peix de Formentera. | Toni Planells

Según la RAE, la ‘morralla’ es un conjunto de cosas de escaso valor. Sin embargo, la morralla de la pescadería, aunque económica, menos de 12 euros el kilo, alberga un valor considerable. ‘Pescado menudo’ es la tercera acepción de la palabra ‘morralla’, según el diccionario de la Real Academia, y esa es la característica común de las especies que forman parte de este apartado de la pescadería.

«Hasta 200 o 250 gramos», pone como límite Joana Castro al peso de los ejemplares que forman la morralla de Peix de Formentera, en el Mercat Nou de Vila. Sin embargo, las especies de pequeños ejemplares que se amontonan son de lo más variado, «roja, gallineta, rascassa, aranya, rata o serrano», pone como ejemplo Castro, con un largo etcétera.

Joana Castro, en el mostrador de su puesto en el Mercat Nou. Foto: Toni P.

«Siempre se ha usado para hacer caldo», explica la pescadera, que, sin embargo, apunta a que cada vez es más frecuente el uso de la morralla para «hacer un bullit de peix pequeñito, usando los ejemplares más grandes. Hay que tener en cuenta que es, sobre todo, pescado de roca y sale mucho más barato que si compras una roja o un gallo de los grandes».

Frescura asegurada

Sin que el caldo haya dejado de ser el destino más frecuente de la morralla, Castro apunta a que «cada vez hay más gente mayor que, como están solos, se cogen cuatro pescados de los más grandes y se hacen su guisito, así les sale más barato». Probablemente esa sea una de las razones por la que especies como la roja o la gallineta sean las más escasas entre las especies que se amontonan en el espacio de la morralla. Tal como define entre risas Joana, «son las estrellas de la morralla. Hacen muy buen caldo, aunque eso depende del gusto de cada cliente».

Teresa es clienta habitual del Mercat Nou. Foto: Toni P.

Teresa, que aunque es de Costa Brava es clienta habitual del Mercat Nou en sus visitas regulares a la isla, ponía el foco en la calidad del pescado que forma la morralla de la pescadería. «Cuando voy fuera, siempre pido morralla, eso me asegura que sea del día y a mí me gusta el pescado fresco», apuntaba la clienta. «Vivo al lado de Palamós y, si no quieres equivocarte, pídete un plato de morralla, pa amb tomaquet y una copa de cava. ¡Acertarás!», recomendaba la catalana respecto a su tierra mientras argumentaba que «allí, la morralla va de la barca al mercado directamente. No sé si en Ibiza pasa lo mismo». «En Ibiza también pasa lo mismo. La morralla es siempre fresca», confirmaba Castro al otro lado del mostrador.