Laura Moreno, minutos antes de la manifestación de ayer en Ibiza. | Daniel Espinosa

Laura Moreno (Ibiza, 1982) perdió a su hijo en 2019 después de que Ilan decidiera quitarse la vida. En la actualidad, y con la esperanza de que las cosas cambien, ella ejerce como portavoz de la Asociación NACE-NO al Acoso Escolar.

—Usted representa en Ibiza a la Asociación NACE-NO al Acoso Escolar.
—Sí. Nosotros funcionamos de manera estatal. Somos padres afectados que organizamos manifestaciones para revindicar todo esto que está pasando en las escuelas y para concienciar a otros padres y docentes, así como a la Administración para que realmente actúe y haya una respuesta. En Ibiza, la asociación está creada desde hace poco tiempo, pero en Mallorca se formó hace unos cuatro años.

—En Ibiza organizaron ayer una manifestación bajo el lema de ‘Si tú no actúas, ellos se matan’.
—Es un nombre muy contundente para lograr una reflexión social y dar herramientas, contribuyendo así a difundir un decálogo que, por ejemplo, ya ha sido aprobado en el Parlamento catalán. Este decálogo consta de diez reglas basadas en el sentido común que contribuirían a ayudar al profesorado, a familias o a efectivos policiales a la hora de actuar, prevenir y detectar posibles casos de abusos escolares. Lo cierto es que no estamos haciendo las cosas como corresponde y el protocolo implantado por las administraciones tampoco se está desarrollando según lo esperado. Preguntas en los centros y nadie te sabe contestar sobre el protocolo existente para evitar el acoso escolar.

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—¿Cree que la sociedad pitiusa está cada vez más sensibilizada con este drama o todavía queda mucho por hacer?
—Hay mucho por hacer puesto que lo más importante es la educación, primero desde las propias casas, pero también implantando medidas en las escuelas. No hay que convertir el suicidio infantil y juvenil en un tema tabú. Por ello, hay que informar a los estudiantes y realizar difusión y no mantener tan escondido el protocolo. Queremos dar a conocer herramientas para combatir este problema y que este protocolo se convierta en algo constante en las escuelas. Precisamente para ello, la presidenta de la asociación, Carmen Cabestany, ofrece conferencias de manera gratuita por todo el país para lograr la erradicación del suicidio infantil y evitar que sea un tema tabú, que sea una cuestión social que pueda erradicarse algún día.

—¿Cree entonces que es un tema tabú?
—Sí, la gente no es consciente de que en España cada día se quitan la vida cuatro niños. Creo que es una problemática demasiado grande que hay que solventar. Debemos hacer ver que pueden estar produciéndose errores a la hora de educar o de atender a los hijos y también los docentes pueden cometerlos a la hora de mediar y activar los protocolos, porque siempre nos quejamos de que éstos llegan tarde. Después preguntas y la mitad no sabe ni de qué se está hablando. Todo este trabajo es una forma de evitar que haya más muertes y más suicidios en nuestra sociedad.

—En estos casos, será muy complicado que la familia, el entorno, no acabe culpándose de lo sucedido.
—Soy madre afectada. Mi hijo Ilan se suicidó en 2019 y nosotros habíamos realizado una llamada de atención a la Administración y a la escuela y no hicieron nada. Al final, él prescindió de su vida. Se suicidó. Por tanto, soy la que más puede entender la impotencia que puedan sentir otras familias ante la falta de actuación de tantas instituciones. Te sientes desamparada. Tú haces informes o das toques de atención y existe un silencio administrativo. Te sientes impotente y más, cuando tu hijo se suicida y en tres días se cierra el caso. Un año antes de que Ilan se suicidara habíamos hecho un informe sobre el posible acoso que podía sufrir en la escuela y no hicieron nada. Como madre, también tengo mis derechos a la hora de conocer por qué no indagaron sobre unos presuntos abusos que se confirmaron después. Estas preguntas siempre rondan por tu cabeza: por qué no actuaron y por qué no se realizaron inspecciones.

—Parece que con las redes sociales la problemática del acoso escolar ha aumentado.
—Mucha gente me está verbalizando que ha sufrido acoso o que sus hijos lo han padecido. Yo misma lo he sufrido. Es una gran impotencia enterarse de todo ello y que nadie haga nada. La forma de concienciar sobre la problemática es darlo a conocer, concienciando de que es un problema de todos y que todos debemos actuar. Me pregunto por qué que no se habla del tema o por qué la Administración no reacciona cuando una madre hace un informe sobre el acoso que puede estar sufriendo su hijo. No se actúa, ni la dirección del centro ni la Administración en mi caso, puesto que poseían un informe desde 2018. Estas dudas se quedan y te cuestionas por qué esta reacción de dejadez; por qué no se ha indagado el caso judicialmente, que no hayan ido a la escuela para ver lo sucedido. Solo le investigan a una para ver si tienes una vida normal, y suerte que mi familia está muy unida y es maravillosa. ¿Por qué no indagaron otras cosas?. Yo fui al juzgado para que se abriera el caso puesto que hay una denuncia y desde marzo, con mi abogado de oficio, ni me han contestado. Me pregunto por qué este silencio.