La presidenta del PP balear y diputada en Cortes, Marga Prohens. | Archivo

La presidenta del Partido Popular de Baleares y diputada en Cortes, Marga Prohens, ha pedido esta mañana a la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a que «salga de su despacho, busque el mar y, si lo encuentra, escuche a las personas que conocen la costa mucho más que usted», en relación a la aprobación en el mes de agosto del nuevo reglamento de Costas, «que ha dejado a miles de afectados en todo el litoral español». Miles de familias que, por esta delimitación del dominio público, «ven arbitrariamente amenazadas sus propiedades, sus casas, sus negocios y su medio de vida».

Prohens ha recordado que en 2013 el Gobierno del PP aprobó una modificación de la Ley de Costas y en 2014 su reglamento «conscientes de que había que buscar un equilibrio entre la protección de la costa y la actividad humana, su actividad económica y la propiedad privada». Sin embargo, la ministra Ribera, con la modificación realizada en agosto, «se ha empeñado en reventar este complejo y trabajado equilibrio».

La diputada popular ha recordado que plataformas de afectados por todo el territorio nacional, la Xunta de Galicia, el Consell d’Eivissa «o el de Formentera, a instancias de Sa Unió y donde gobiernan ustedes, han aprobado por unanimidad recurrir su reglamento de Costas». Además, ha acusado a la vicepresidenta cuarta de «no tener la más mínima empatía con la realidad de nuestro litoral. Desde su despacho del interior de la M-30 usted, como si fuera la peor de las borrascas, ha decidido llevarse por delante viviendas en primera línea, chiringuitos, restaurantes con décadas de historia o arraigo o incluso núcleos urbanos de la isla de Formentera».

Ha considerado a su vez que los cambios que se hacen con el nuevo reglamento «no van a proteger el medio ambiente». A su entender, «esto va de una obsesión por atacar todo, de su obsesión por prohibir todo, por hacer todo incompatible, por introducir criterios arbitrarios en esa modificación. Su obsesión lo pone en riesgo todo, la seguridad jurídica, la propiedad privada, pero también el medio ambiente al que usted dice proteger, porque son estas familias y estos negocios a los que usted ataca los que llevan décadas protegiendo este entorno».