El buen tiempo continuado está propiciando que la recogida de polen sea continua.

Después de uno de los veranos más calurosos de la historia, el que más según los registros en Mallorca y Formentera, el calor se niega a abandonarnos. Ya lo advirtió en el mes de septiembre la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la previsión era la de un otoño más cálido de lo habitual. Esto lo estamos notando los seres humanos, retrasando el cambio de armario visto que todavía tenemos días de manga corta, pero lo notan todavía más animales, plantas e insectos.

En concreto, las abejas en Ibiza están teniendo comportamientos propios de la primavera que de esta época del año. Una situación que, según el presidente de la Associació d’Apicultors d’Eivissa, Vicent Marí, dará lugar a una buena cosecha de miel de otoño, si bien recuerda que podría ser mejor. El impacto de las continuas olas de calor este verano ha provocado la pérdida de muchas colmenas, pero las que quedan parece que darán una buena cosecha de otoño y pasarán un buen invierno.

En estos meses suele haber floraciones de romero, brezo de invierno o de frígola borde que generalmente duran pocos días y que las abejas aprovechan para acumular reservas para el invierno, con las dificultades que les supone el mal tiempo. Sin embargo el buen tiempo continuado está propiciando que la recogida de polen sea continua.

El sabor del algarrobo

Uno de los sabores que más destacan en la miel de esta época es el del algarrobo, que este año parece que será incluso más intenso. «Si miras un algarrobo a contraluz, puedes ver el halo que genera el néctar. Es algo precioso y las abejas se vuelven locas con este néctar que dará la miel que se usaba normalmente para poner en la salsa de nadal», explica Marí.

Tanta abundancia dice que incluso ha hecho que en algunas colmenas que estaban muy empobrecidas a consecuencia del verano, se hayan creado nuevos enjambres, algo más propio de la primavera, cuando la abundancia de comida favorece la cría y que la colmena se pueda dividir. «No es que las abejas estén confusas, es un proceso natural en estas condiciones», señala el presidente de la asociación, «es muy positivo para ellas tener este buen tiempo».

Las abejas en otoño llenan su despensa para pasar el invierno y engordan para poder resistir esa época de escasez. Una abeja en invierno llega a vivir el doble que el resto del año, dado que la actividad es menor. Eso les permite también llegar a la primavera para poder impulsar el arranque de la colmena cuando llegue la floración.

La floración y el calor otoñal, sirven además como refuerzo para unas colmenas muy debilitadas después del verano. A falta de saber cómo será la próxima primavera, la buena noticia para los apicultores es que las abejas estarán mucho más preparadas.

Concurso

La Associació d’Apicultors d’Eivissa recogió el fin de semana pasado las muestras de miel que participarán este año en el XIII Concurso de Mieles de las Illes Balears. El certamen, que se celebrará en Menorca los días 25 y 26 de noviembre y los apicultores participan en tres categorías: miel de primavera, miel de otoño y miel original.

De Ibiza participarán 13 apicultores que han presentado 22 muestras de miel, de las que nueve son de primavera, once originales y dos de otoño.

El año pasado fueron siete los apicultores que participaron con un total de 13 mieles participantes en el concurso en el que hubo un total de 31 apicultores participantes que presentaron 68 muestras de miel. El ibicenco Vicente Juan Ferrer fue el primer clasificado en la categoría de miel de otoño, único premio que obtuvo la miel ibicenca en el concurso del año pasado.