La instalación de boyas, este miércoles en Talamanca.

La isla de Ibiza cuenta ya con cinco boyas marinas con sensores repartidas por todo su litoral cuyo objetivo es mediar la calidad del agua en todo momento con la finalidad de proteger la fauna y la flora marina, especialmente la posidonia, de aquellos fenómenos que afectan al ecosistema de forma directa. Se trata del segundo de los componentes incluido en la iniciativa ‘Ibiza, Turismo Inteligente y Sostenible’ que está desarrollando la Unión Temporal de Empresas Vodafone-Kapsch para el Consell d’Eivissa.

Esta mañana en la playa de Talamanca el Conseller de Innovación, Javier Torres, ha asistido a una muestra de estas boyas inteligentes por parte de las empresas instaladoras, en cuyo interior se almacenan los datos recogidos por los sensores, así como los sistemas de acumulación de energía y módulo de comunicación LoRaWAN. Estos sistemas, además, ofrecen datos que posibilitarán generar nuevos servicios informativos para la ciudadanía y turistas como, por ejemplo, la calidad de agua para el baño. La información obtenida por el sistema de sensores se integrará para su análisis en la plataforma de Destino Turístico Inteligente, incluyendo el geoposicionamiento. Estas boyas marinas están instaladas en Talamanca, S’Arenal de Sant Antoni, playa de Santa Eulària, Cala Vadella y Cala Sant Vicent.

Javier Torres ha resaltado la importancia de este sistema debido a los constantes vertidosque sufre la costa de la isla a lo largo del año por, entre otros motivos, el mal estado de algunas de las tuberías de la isla y la falta de mantenimiento de otras infraestructuras como las depuradoras. «La información procedente de estas boyas inteligentes nos permitirá detectar inmediatamente las anomalías y actuar para evitar daños mayores», ha resaltado Torres.

Las boyas son el segundo componente de la iniciativa ‘Ibiza, Turismo Inteligente y Sostenible’ puesto en marcha, después de la presentación el pasado mes de junio de una serie de cámaras instaladas en las principales playas de la isla que cuentan con un sistema de control de afluencia y dotadas de un potente software que permite detectar elementos hasta en 100 metros de línea de costa por cámara, dependiendo de las características de la playa. Por tanto, son capaces de detectar qué zonas están siendo ocupadas y las que están libres y calculan el porcentaje de ocupación en tiempo real.