La familia del Cine Regio ha celebrado este jueves su 50 aniversario. | Daniel Espinosa

La historia del Cine Regio de Sant Antoni es la historia de una familia de apasionados por el mundo del cine que siguen resistiendo inasequibles al desaliento para transmitir las enormes bondades de lo que se conoce como el séptimo arte.

Tanto que este jueves, 24 de noviembre, los Torres cumplieron medio siglo desde que sus antepasados proyectaran en las mismas instalaciones que aún siguen abiertas día tras día en el número 5 de la calle Barcelona de Sant Antoni su primera película, la inolvidable ‘Love Story’ protagonizada por Ali MacGraw y Ryan O’Neal.

Según Sergio Torres, quien se encarga junto a Roberto de las proyecciones en el Cine Regio, aquel estreno fue la continuación del trabajo que comenzó la familia comandada por Vicent Torres Ferrer, Vicentet de cana Marca, cuando decidieron abrir un 5 de abril de 1931 las puertas del Cine Torres en un humilde local de la calle Bisbe Torres.

Imágenes de la celebración de este jueves. Vídeo: Manu Gon

Y es que tal y como recuerda Torres, fue precisamente el éxito de este primer espacio lo que les animó a dar el salto y probar una nueva inversión. «Aquel primer local vivió muchas aventuras porque era el más grande del pueblo, llegando a albergar hasta 400 personas, conciertos, variedades o circo, porque sobrevivió a la Guerra Civil cuando los responsables militares lo transformaron en su propio cuartel general durante cuatro años, y porque volvió con una gran fuerza en 1940 con el gran estreno de la primera película sonora en la historia de Sant Antoni, la británica ‘Los ojos misteriosos de Londres’, dirigida por Walter Summers y protagonizada por Bela Lugosi, Hugh Williams y Greta Gynt».

Na María des cine

Además, la puesta en marcha del Cine Regio fue el resultado de la mente inquieta de uno de los hijos de Vicent, Roberto de Ca na Marca, «conocido por estar siempre pensando nuevas opciones para que sus vecinos pudieran disfrutar mejor de las proyecciones con inventos e ideas como un original sistema para cambiar los rollos de película sin parar la proyección, y que consistía en colocar dos mecanismos para pasar la cinta encima de un mismo pie, con una linterna y un objetivo que se desplazaba de uno al otro lado por unos raíles metálicos».

Incluso, antes de la apertura del cine de la calle Barcelona, Roberto consiguió traer el sistema del Cinemascope a Sant Antoni en 1953 con ‘La túnica sagrada’ de Henry Koster y un estreno «inolvidable para generaciones enteras del pueblo que por fin disfrutaron de una pantalla mucho más amplia y una definición nunca vista hasta entonces».

Finalmente, Roberto con el apoyo de su mujer, na María des cine y sus hijos, decidió dar el salto y ampliar el negocio con el Cine Regio. Fue un 24 de noviembre de 1972 y según el hijo de Roberto, aquella puesta de largo con ‘Love Story’ también fue un gran acontecimiento para el pueblo de Sant Antoni, sentando el precedente de un cine que también ha vivido varios momentos de gloria como la llegada una década después del sonido Dolby con la proyección de ‘The wall’, la película sobre Pink Floyd que dirigió Alan Parker.

Momentos duros y reinvención

Sin embargo, este cine también ha vivido momentos muy difíciles que estuvieron a punto de hacerlo desaparecer.

El más grave tuvo lugar en 2014 cuando necesitaban recaudar 60.000 euros para comprar una máquina que les permitiera dar el paso definitivo del analógico al digital. Afortunadamente, gracias al apoyo masivo de toda la isla y una importante subvención de las administraciones todo quedó en un susto y ahora es uno de los dos únicos cines de toda la isla que dan estrenos y que, sobre todo, «sigue manteniendo la magia y la esencia tradicional de los antiguos cines gracias a su telón rojo y olor a palomitas».

Y todo ello haciendo frente a tiempos actuales muy complicados debido al descenso de ingresos en las taquillas, la piratería, los impuestos, las plataformas de series que han cambiado la forma de consumir contenido audiovisual y una pandemia del coronavirus que les obligó a cerrar los primeros y abrir los últimos y a restringir los espacios y las distancias entre butacas.

Problemas que, aún así, no han podido con «el motor de la ilusión» de toda una familia. En todo este tiempo han pasado por el Regio cuatro generaciones de los Torres y en la actualidad Roberto, Ángel, Sergio, Alejandro o Vicente, nietos e hijos de los fundadores, siguen gestionando este establecimiento gracias a que han conocido «desde la proyección analógica con celuloide hasta la transformación en digital en 2014» y, sobre todo, a que llevan «el cine en las venas».

Además, en los últimos tiempos han sabido reinventarse. Han impulsado nuevas propuestas como el ciclo de cine independiente Zinétic que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Sant Antoni y que tiene un gran éxito al ser un espacio con películas alternativas y foro de debate, y han abierto sus puertas para obras de teatro, danza, monólogos y por supuesto, los estrenos de cada nueva película del cineasta ibicenco David Marqués como el que tuvo lugar a principios de noviembre con ‘En temporada baja’.