Una mujer compara precios en la sección de carne. | Irene Arango

Los precios de los alimentos han cogido carrerilla y nadie sabe cuándo llegarán a tocar techo. Una situación llena de incertidumbre y preocupación que, tras el anuncio del Gobierno de eliminar el IVA de todos los alimentos de primera necesidad a partir del 1 de enero, reducirá el impacto de la inflación en la economía familiar. Esta medida buscará paliar el incremento del precio de algunos productos como el azúcar, la harina o el aceite, que está convirtiendo la cesta de la compra en una «angustia» para los hogares más vulnerables. En este sentido, tanto este descuento como la disminución del IVA al 5% para el aceite y la pasta entrarán en vigor durante seis meses.

Cabe recordar que la situación es insostenible para muchas familias vulnerables por el encarecimiento de los precios. Sin ir más lejos, según los datos de la inflación publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la comida fue este noviembre un 15,3% más cara que hace un año. Siendo el azúcar con un 50%, el aceite con un 31%, la leche con un 30% y los huevos con un 27%, los productos alimenticios que más subieron su precio. Un aumento que cada vez hace más mella en los bolsillos de los ibicencos y que ha coincidido con las fiestas navideñas, la época del año en la que más gastos se hacen por las «abundantes» comidas y cenas familiares.

Con este propósito, ayer la clienta Francisca Cortés estaba en la sección de carne en un supermercado de Ibiza comparando los precios de los mismos productos. «Mira, este envase con huesos para hacer caldo cuesta más de cuatro euros. Si apenas tiene chicha, ¿cómo puede ser?», se preguntó Francisca con indignación. Lamentó que si los precios continúan subiendo de esta manera a demasiadas familias les costará llegar a final de mes.

Comparar precios

Muy cerca de esta mujer estaba el cliente Eduardo Rodríguez en el pasillo de la leche y lácteos del supermercado. Las estanterías estaban llenas y Eduardo dudaba a la hora de elegir marca. «La situación te obliga a fijarte más en los precios antes de colocar el producto en la cesta», subrayó. Explicó que comprando los mismos artículos que hace un año se gasta casi el doble en su compra semanal.

En este sentido, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), este encarecimiento supone un sobrecoste anual de 830 euros en la cesta de la compra. Es por eso que esta entidad instó al Gobierno en noviembre a reducir temporalmente el IVA al 0% a los alimentos básicos saludables, medida que entrará en vigor a partir de enero. Entre ellos frutas, verduras, legumbres, arroz, pasta, carne, pescado, leche, huevos o pan. «Está todo por los aires. En cuatro cositas que compres ya te gastas más de 50 euros. El aceite de oliva te cuesta casi seis euros. Nosotras hemos empezado a alternar este producto; a veces de oliva y otras de girasol», subrayó Carmen mientras hacía la compra semanal con su madre.

Mientras hay vecinos, como Carmen, que sí han variado su cesta a causa de la gran subida de precios, otros clientes como Catina Roig han decidido mantener intacta su lista de la compra. «Hay que intentar alimentarse bien. Nosotros seguimos comprando lo mismo, eso sí, nos abrochamos el cinturón a la hora de tener algún capricho porque ahorrar, ahora con el niño, es mucho más difícil», apuntó esta mujer mientras desplaza el carrito de bebé por el pasillo de las verduras. En esta línea, aseguró que lo que sí hace es informarse de las promociones y ofertas que sacan los diferentes supermercados de Ibiza. «Si el brócoli está de oferta enun sitio pues voy allí. Que está en promoción en otro supermercado cercano, pues cambio de tienda», explicó esta risueña vecina.

Por su parte, la clienta Anne Gael señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que, pese a que no ha cambiado de hábitos alimenticios, sí es cierto que en el momento de la invasión de Rusia a Ucrania y la amenaza de la subida de precios en los supermercados, hizo una compra muy contundente y variada. No obstante, Anne destacó que, aunque en España se nota considerablemente la inflación, en otros países como Francia y Alemania la subida de los precios es más «impactante». «Mi hermana, que vive en Alemania, vino a visitarnos unos días a Ibiza y se llevó no sé cuántas botellas de aceite», explicó junto a su hijo pequeño que, como Anne, también estaba haciendo la compra semanal con su carrito.

Cabe recordar que esta última subida de noviembre situó la inflación de los alimentos en su segunda tasa más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994, y colocó a un amplio número de productos básicos en precios «difícilmente asumibles» por muchos hogares. En este sentido, desde la OCU ya advirtieron del duro panorama al que se enfrentaban muchas familias como consecuencia del aumento de la inflación. «El 21% de los hogares compran menos carne y pescado; y un 42% ha empezado a sustituir sus productos habituales de primeras marcas por marcas blancas, lo que refleja las dificultades para llegar a fin de mes», concluyeron.