Yan y Juan Antonio afirma que no pueden ir a los recursos de acogida porque están llenos. | Toni Planells

La ola de frío que atravesamos estos días con la llegada de la borrasca Juliette a las Baleares está llenando titulares, informativos y cuentas de Instagram con imágenes de la nieve en nuestras islas. Sin embargo, la imagen bucólica de los campos de Sant Joan cubiertos de nieve tiene otra cara menos instagrameable. Se trata de la de las calles de la ciudad en las madrugadas gélidas que estamos atravesando.

Calles que albergan a multitud de personas sin techo que, por distintas circunstancias, no pueden acceder a una cama y un espacio donde resguardarse de las inclemencias del invierno cuando se pone más duro. Este es el caso de Yan y de Juan Antonio, que pasan buena parte del día y de las noches de invierno en la avenida Bartolomé Roselló.

Yan es francés y tiene las dos piernas amputadas y muchas noches de experiencia al raso. «Esto no es frío», afirma Yan, quien asegura haber pasado noches más salvajes, «a menos 25 grados, cuando estuve viviendo en la calle en Amsterdam». Tanto Yan como su compañero Juan Antonio se están resguardando del frío de estas noches, «con mantas que hemos ido encontrando en las basuras».

Juan Antonio tuvo un accidente laboral y se vio en la calle.
Fotos: Toni P.

Juan Antonio es madrileño y asegura que lleva 20 años en Ibiza. Tal como explica, «un accidente laboral» le apartó de su oficio como oficial de albañilería y desde entonces «hace dos años que vivo en la calle». Ambos reconocen que pernoctan «donde podemos». Normalmente en un espacio de la avenida Bartolomé Roselló, aunque, tal como explican, «muchas veces viene la Policía y nos echa de aquí y tenemos que marcharnos a otro lugar». Sin embargo, también explican que «luego volvemos al mismo lugar. Es de los que más paso de gente tiene», mientras señalan una cesta con algunas monedas de céntimos que al cabo del día se reparten entre los dos.

Respecto a la posibilidad de dormir en el albergue municipal para refugiarse del frío y la lluvia de estos días, tanto Yan como Juan Antonio, aseguran que «está todo lleno y no podemos ir. Solo queda sitio para mujeres».

Ambos se muestran agradecidos por la ayuda que reciben por parte, tanto de la Cruz Roja como de Cáritas, que les proporcionan comida y ayuda.

Por parte del Ayuntamiento de Eivissa, junto a Cáritas, Cruz Roja y APFEM, han activado el protocolo por ola de frío ampliando los servicios de pernocta y los servicios diurnos para ofrecer atención a las personas sin techo.

De esta manera, se han habilitado cuatro plazas más en Sa Joveria, tres en la zona de primera acogida de sa Bodega y dos plazas más en el Servicio de Acogida municipal, destinadas a perfiles de alta exigencia, es decir, personas que se encuentran en situación de infravivienda de forma temporal. Así mismo, los servicios diurnos se han ampliado para dar información a todas aquellas personas susceptibles de ser usuarios de los diferentes recursos y servicios que ofrece la Red de Inclusión, así como acompañamiento a los servicios disponibles.