La ibicenca Bárbara Munar, minutos antes de la entrevista con ‘Periódico de Ibiza y Formentera’.

El Ayuntamiento de Sant Josep ha incluido una ponencia sobre alimentación saludable durante la menopausia dentro de sus actividades del 8M. Será esta tarde a las 20.00 horas en el Centro Cultural Can Jeroni y correrá a cargo de toda una experta: Bárbara Munar (Ibiza, 1982). Su libro Reinas sin reglas: claves nutricionales para la salud femenina a partir de los 40, publicado hace dos meses, va ya por la tercera edición.

—En la charla de este jueves por la tarde en Sant Josep, ¿qué mensaje es el que quiere transmitir?
—Principalmente, que debemos normalizar esta etapa. Como dietista, otro mensaje es que podemos comer de todo y perder ese miedo a los alimentos. Somos una generación en la que ha habido alimentos estigmatizados. Por ejemplo, en los años 70 fue el huevo y después las grasas o las proteínas. Al final, si vamos sumando, todos los grupos de alimentos a lo largo de nuestra historia han sido estigmatizados y llegamos a la menopausia con unas necesidades muy específicas en cuanto a alimentación y con unos requerimientos más elevados de micronutrientes, pero existen tantos mitos y tanto miedo que comemos muy poco y mal. Por tanto, hay que normalizar esta etapa y perder esos miedos.

—Es decir, las mujeres podrán sentirse mejor durante la menopausia con una buena alimentación.
—Por supuesto. Siempre hablo de dos cosas que van de la mano como son la alimentación y la actividad física. Estamos diseñadas para movernos y debemos combinar la alimentación con esa actividad y, si lo hacemos, aseguro que las mujeres podrán vivir una menopausia con menos síntomas.

—Parece que a la mujer le da terror llegar a esta etapa. ¿A qué puede deberse?
—Se ha hablado muy poco de ella. La menopausia ha sido como una bruja mala de la que se ha hablado poco y mal. Hasta ahora, y a pesar de ser un proceso fisiológico natural como la adolescencia, todas las mujeres lo viven con la boca callada y en casa, sin hablarlo. El motivo es que está considerado como una transición vergonzosa de la que se tenía que hablar poco porque se relacionaba con la vejez. Incluso, a día de hoy, muchas mujeres niegan tener sintomatología como los sofocos, que son los más conocidos, porque los asocian a la vejez y no es así. La menopausia llega en mitad de la vida y no somos viejas, ni mucho menos. Somos maduras y nos queda un largo recorrido personal y profesional por delante. Al relacionarse este proceso con la vejez, nos da vergüenza reconocer que estamos en él.

—Sigue siendo un tema tabú y en los colegios lo cierto es que no se habla mucho de la menopausia.
—Es un tema del que se habla muy poco. En las escuelas se habla del embarazo o del cuerpo humano, pero de la menopausia, muy poco. Es una información que queda sesgada y bajo llave y solo para unos pocos expertos. El tema se podría tratar mediante charlas dirigidas a jovencitas con el objetivo de que comenzaran a perder el miedo a esta etapa.

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—¿Hay algún tipo de alimento que se deba evitar durante este proceso?
—No hay alimentos no recomendables porque podemos comer de todo y variado, aunque sí recomiendo reducir algunos productos como son los ultraprocesados porque suelen llevar azúcares añadidos que pueden aumentar el insomnio, la falta de energía o los sofocos. Lo mismo sucede con el alcohol. Tenemos mucha obsesión por comer saludable, pero después no prestamos atención al alcohol y está muy presente en nuestra vida y puede aumentarnos los sofocos y provocarnos más inflamación. Lo único que deberíamos cambiar son las harinas blancas por integrales, puesto que las primeras pasan muy rápido por el sistema digestivo y nos elevan las glucemias que, cuando vuelven a bajar, provocan ganas de comer dulce, de picar. A la larga, ello favorecerá que tengamos inflamación y sofocos.

—En general, ¿la sociedad actual se alimenta mejor?
—Una cosa es la información que tengamos, que es mucha, y otra cosas es el trabajo, el estrés, que seamos madres de familia o que tengamos padres dependientes. Con todo, hay poco tiempo para dedicar a la cocina. Al final, acabamos tirando de comida preparada que no nos favorece. Somos una generación que sabemos mucho de alimentación, pero no le damos prioridad y no le dedicamos el tiempo suficiente a prepararnos un plato saludable, comiendo alimentos ultraprocesados y comida preparada.

—Ha publicado el libro ‘Reinas sin reglas: claves nutricionales para la salud femenina a partir de los 40’.
—Es muy práctico. Llevo mucho tiempo pasando consulta y, al final, todas las pacientes tienen el mismo problema: qué comer. Entonces, el libro está dividido en doce capítulos y cada uno es un síntoma que se puede sentir en esta etapa, como el insomnio, una baja líbido o un aumento de grasa. En cada capítulo, voy dando consejos de nutrición para reducir cada uno de estos efectos. Si se lee con picardía, al final la lectora sabe qué debe comer, cenar o desayunar, y además habrá perdido el miedo a los macronutrientes puesto que les explico los motivos por los cuales cada alimento es necesario. Es un libro muy didáctico y muy práctico.


—¿Qué respuesta ha tenido este trabajo?
—Muy positiva. Se lanzó el 12 de enero y estamos en la tercera edición. Tanto la editorial como yo misma estamos muy satisfechos y el feedback de muchas mujeres es que están contentas porque es muy práctico y, sobre todo, muy tranquilizador.

—La menopausia siempre parece que va unida a engordar, algo que hoy en día asusta mucho.
—Se puede evitar, pero debemos conseguir una buena composición corporal con el objetivo de mantener la salud y mejorar nuestra calidad de vida. Debemos pensar que, de lo que hagamos ahora, dependerá esa calidad de vida. Tenemos que trabajar para perder esa grasa abdominal, pero no por motivaciones físicas, sino por salud. Esa grasa está relacionada con accidentes cardiovasculares o enfermedades como la diabetes.

—¿Qué mensaje final lanzaría a las mujeres que estén en este proceso?
—-Principalmente, es de tranquilidad, que esta etapa no es tan fea ni tan mala como nos la han pintado. Las claves para vivir esta etapa plenamente y con pocos síntomas son tres: mucha información y leer sobre ello para entender de antemano qué síntomas podemos tener y así normalizarlos. También, una buena alimentación y realizar actividad física.