El paciente de Can Misses David Aguilera. | Daniel Espinosa

El paciente de Can Misses David Aguilera no ha tenido nunca una vida fácil. Cuando era pequeño le diagnosticaron un hemangioma cavernoso en la cara y, desde entonces, ha tenido que controlarse esta tumoración vascular benigna por si crecía debajo de su piel. Hace dos años empezó a sentir un fuerte dolor en la parte del rostro donde tiene esta neoplasia y fue entonces cuando comenzó para David un «horrible periplo de médico en médico por consultas públicas y privadas».

En este sentido, explicó que han pasado dos años y sigue sin tratamiento por los retrasos y suspensión de las consultas. Una espera que, según este paciente, terminó hace unas semanas cuando le llamaron desde el Servei de Salut de les Illes Balears (IB-SALUT) para darle una cita en Can Misses y valorar su situación médica actual, y posteriormente citarlo también en Son Espases para llevar a cabo una embolización para tratar su hemangioma cavernoso.

«Están agilizando las consultas porque se acercan las elecciones», explicó este usuario haciendo hincapié en que muchos pacientes de Can Misses han recibido en las últimas semanas la llamada de un sanitario adelantando sus citas médicas preferentes.

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Mella en los políticos

«Las diferentes concentraciones en Can Misses por parte de los pacientes está causando mella entre los políticos», explicó este paciente resaltando que desde Salud no se imaginaban estas movilizaciones multitudinarias. En este sentido, David Aguilera recordó que el viernes 21 de abril, a las 11.00 horas, los usuarios han convocado por primera vez una marcha por una sanidad pública digna. Una manifestación que tendrá lugar desde el Hospital Can Misses hasta el bulevar Matutes. «Esperamos que sea igual de masiva que las otras dos concentraciones», apuntó este usuario a Periódico de Ibiza y Formentera. Sin duda, esta positividad ha hecho que David Aguilera pudiese vivir toda la vida sin amedrentarse ante la enfermedad.

Este padre de dos niños pequeños relató que lleva trabajando toda su vida en la construcción y que, aunque la vida le golpeó demasiado temprano con este tumor, su fuerza de ánimo ha sostenido desde que era pequeño las debilidades relacionadas con esta patología. También quiso contar su periplo en Can Misses por la falta de personal e inexactitudes en el tratamiento. Señaló que cuando fue por primera vez al Hospital para que el maxilofacial le hiciera una valoración antes de una posible cirugía, el especialista le explicó que la operación para extraer el tumor sería agresiva y le podría provocar el «hundimiento de una parte del rostro». En ese momento David Aguilera se asustó y buscó segundas y terceras opiniones médicas, descubriendo que este diagnóstico fue «inexacto».

Subrayó que un médico especialista de Valencia le adelantó que el procedimiento que su equipo utilizaría para la extracción del tumor no sería agresivo y no supondría un cambio estético. «Como no podía costearme esta operación, solicité la derivación a la clínica privada de Valencia. No obstante, no me la concedieron», puntualizó haciendo hincapié en que se encontraba en un limbo porque no le estaban facilitando este procedimiento. Además, también explicó que durante meses estuvo solicitando a su médico de cabecera esta derivación, pero cada vez que se presentaba en su centro de salud se encontraba a un sanitario diferente.

«También me presenté en Can Misses porque estuve varios días llamando por teléfono para pedir cita de nuevo con un maxilofacial y nadie contestaba», subrayó David e indicó que fue después de ir a Can Missses y amenazar con una nueva concentración cuando lo llamaron y le dieron cita para realizarle una embolización en Son Espases. «Parece que sólo conseguimos nuestros derechos si nos movilizamos. Es una pena», puntualizó este paciente.