Josep Ramón Balanzat Torres, derecha, llegando a la Audiencia Provincial. | Alejandro Sepúlveda

El exdiputado Josep Ramon Balanzat ha negado este martes haber abusado de una alumna cuando era profesor de una escuela de adultos en Mallorca y ha atribuido los mensajes afectivos y cariñosos a través del teléfono móvil a la voluntad de que «se sintiera querida, cómoda y empoderada».

La Sección Primera de la Audiencia Provincial celebra entre este martes y este miércoles el juicio contra Balanzat, que fue diputado por Els Verds Ibiza en el Parlament entre 1995 y 1999 y director general de Cooperación entre 2007 y 2011, por presuntamente abusar sexualmente de una alumna y acosarla con mensajes de telefonía móvil, así como de abusar también de otro chico menor de edad, primo de la primera víctima.

El Fiscal pide para el hombre penas de cárcel por varios delitos de abuso y acoso que suman más de siete años de prisión.

Según el escrito de acusación, los hechos ocurrieron entre octubre y noviembre de 2020 por lo que parte de ellos ocurrieron siendo la víctima menor edad ya que nació el 25 de octubre de 2002.

Balanzat ha negado en reiteradas ocasiones que realizara tocamientos en el trasero y en el pecho a la alumna y ha enmarcado los mensajes en los que se refería a ella con apelativos cariñosos o le pedía fotos a una «intención pedagógica» porque le había trasladado problemáticas familiares. «Era la primera vez que me encontraba con una alumna con esta problemática. Quería que ella se sintiera cómoda, querida y empoderada para que le fuera mejor en lo académico», ha afirmado.

Según él mismo ha explicado, aunque las clases, entre octubre y noviembre de 2020 eran online por protocolos covid, la víctima acudía al centro donde podía contar con un ordenador. En este periodo, al iniciarse unas obras en el despacho del profesor, durante varias semanas profesor y alumna compartieron el espacio.

El hombre está acusado igualmente de abusar de un primo de la víctima, menor de edad, a quien presuntamente habría besado en la boca. Sobre esto, ha argumentado que únicamente le dio un abrazo tras hablar con él, después de que la chica le hubiera dicho que tenía problemas porque «se sentía chica». «En ningún momento le besé ni en la mejilla ni en la boca», ha añadido.

Además, ha asegurado que el caso del menor fue «una invención» para apoyar la denuncia que la chica había presentado porque, según él, había dejado de comprarle cosas o ayudarle con algún dinero y se había negado a comprarle un ordenador.

El exdiputado ha optado por responder únicamente a las preguntas del Fiscal y de su defensa. Según ha afirmado, que la chica dejara las clases fue una «sorpresa» y ha apuntado que se sintió «estupefacto» al conocer al poco tiempo que se había presentado una denuncia.

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A preguntas de su defensa, el hombre ha argumentado que desde servicios sociales se le pidió que ayudara especialmente a la víctima, atendiendo a su problemática familiar. Así, ha explicado, informaba puntualmente a su educador.

Al mismo tiempo, ha indicado que en ningún momento se le transmitió desde servicios sociales «disconformidad ni inquietud» por parte de la chica.

También ha explicado que a mediados de noviembre se sorprendió al averiguar, justo antes del presunto abuso sexual, que, en realidad, la chica sí que tenía ordenador en casa pero que prefería usar el de la escuela porque el de su casa era de un familiar.

Sobre otras acusaciones de abusos a otras personas a las que se refirió más tarde la víctima, el encausado ha afirmado que tenían la intención de «echar mierda y perjudicarle».

Según el escrito de acusación, los hechos ocurrieron entre octubre y noviembre de 2020 por lo que parte de ellos ocurrieron siendo la víctima menor edad ya que nació en octubre de 2002.

En esas fechas, el profesor presuntamente realizó tocamientos en el trasero a la joven aprovechando las clases en una biblioteca municipal y en alguna ocasión le tocó el pecho. Estos comportamientos provocaban que la chica abandonara las instalaciones sintiéndose incómoda.

Además, en este periodo de tiempo, cuando se encontraban, el hombre le profería comentarios de índole sexual y le enviaba continuamente mensajes de texto, en algunos momentos pidiéndole fotos o vídeos, siguiendo el relato del Ministerio Público.

En otro momento, según la Fiscalía, el hombre entró al aula en la que estaba un primo de la víctima a quien besó en los labios tras decirle que «era muy guapo».

Así, el hombre se enfrente a tres años y seis meses por abuso sexual y acoso y otros cuatro por abuso sexual a menor de 16 años.