Imagen de archivo de pescadores en Ibiza.

El sector de la pesca recreativa ha vuelto a manifestar su «malestar» por lo que denomina las «falsas reservas marinas» que están proliferando en Baleares, tras la aprobación por parte del Govern balear el pasado 2 de abril de las reservas de ses Bledes y es Vedrà-Vedranell, en la zona oeste de Ibiza.
Las dos nuevas reservas, en las que se encuentran los islotes de Ponent, es Vedrà y es Vedranell, ocuparán una superficie de 983 hectáreas, de las que 448 hectáreas corresponden a ses Bledes y 535 hectáreas a es Vedrà-Vedranell. Fran Funes, del Club de Actividades Subacuáticas s’Embarcador, ha denunciado que esta es una más de las «falsas reservas que ha creado el Govern balear» porque, «aunque las denominen reservas, no son más que cotos privados de pesca para la pesca profesional».
Y es que, según ha explicado, «las restricciones a modalidades de pesca recreativa en algunas de estas reservas es total». Entre otras cosas «se prohíbe directamente la pesca submarina, que es una pesca totalmente selectiva, mientras que se permite la pesca con redes y con palangres», algo que ha calificado de «contradictorio».

Mantener la fauna marina

Funes ha subrayado que lo que viene defendiendo el sector al que representa es que «se creen reservas integrales, donde no pueda pescar nadie y se regenere la vida y cuyo objetivo sea mantener la fauna marina». Sin embargo, lo que ha aprobado el Govern balear es «disfrazar como reserva una amplia zona marina en la que el pescador profesional podrá seguir pescando usando redes de hasta 300 metros y palangres de hasta 150 anzuelos por embarcación».
«En las zonas donde se quieran hacer reservas reguladas deberían establecerse regulaciones que permitan la convivencia de modalidades de pesca profesional y recreativa, no prohibiciones indiscriminadas», ha concluido.

Por su parte, el integrante de la plataforma Stop Falsas Reservas, José Morey, ha señalado en un escrito que recoge Gaceta Náutica que la gestión actual de las reservas de interés pesquero, conocidas popularmente como reservas marinas, «no tiene como finalidad proteger y hacer prosperar flora y fauna marina». A su entender, «el objetivo real es que los profesionales puedan seguir faenando en esas zonas sin que otros puedan pescar en la misma», ya que «las restricciones o prohibiciones son para el pescador recreativo, no para el profesional».
Morey ha criticado a su vez que siempre se utilicen los argumentos del «furtivismo y de la selectividad» para posicionarse en contra de la pesca submarina, ya que «es evidente que afectan igual o más a otras modalidades de pesca recreativa o profesional». De hecho, ha insistido en que el furtivismo «es una excepción en la pesca submarina y no se puede culpar a todo el colectivo por algunos individuos que degradan y manchan al resto de pescadores».

En este sentido, ha recordado que «también hay furtivos o actividad ilegal en la pesca profesional y a nadie se le ocurre identificar a todo el colectivo con esas excepcionales irregularidades». El representante de la plataforma Stop Falsas Reservas ha recalcado a su vez que «la pesca submarina es la más selectiva porque es la única en la que el pescador ve lo que va a capturar».
«En nuestra opinión las reservas de interés pesquero sólo sirven para privatizar recursos que deberían ser accesibles a todos los ciudadanos de Baleares», ha insistido. «Pagamos impuestos que costean esas reservas y subvencionan los intereses de algunos sectores que se benefician de ellas a cambio de que nos prohíban jugar con las mismas reglas que el resto», ha apostillado Morey. El colectivo de pescadores recreativos se ha mostrado también «muy decepcionado con nuestros dirigentes, los que mandan y los que pretenden mandar, dado que después de asistir a multitud de reuniones con estos últimos sólo hemos visto reflejados en los programas electorales una ínfima parte de nuestras peticiones».

«No queremos pescar más», ha insistido José Morey, «sino tomar medidas que son necesarias y que cuenten con respaldo científico para que la fauna se recupere y las reservas hagan honor a su nombre, en lugar de ser cotos privados para los pescadores profesionales».

Especial protección

Hay que destacar que en la reserva marina de ses Bledes habrá una zona especial de protección en la que quedará prohibido todo tipo de pesca y de extracción de flora y fauna marina, salvo la pesca profesional con volantín, potera y curricán. En es Vedrà y es Vedranell también habrá una zona de la misma índole, en la que estará prohibido el calado de trasmallos.
La actividad profesional de artes menores estará permitida en ambas reservas, de acuerdo con la normativa establecida, al igual que la pesca y el marisqueo recreativo, con algunas limitaciones.
En relación a las actividades subacuáticas, quedarán prohibidas las inmersiones nocturnas para el buceo individual con escafandra. Las reservas serán sometidas a campañas de seguimiento y de observación de los peces y, durante los tres primeros años, la comisión de seguimiento se reunirá una vez al año como mínimo.