Carmen Ferrer, alcaldesa electa de Santa Eulària, minutos antes de la charla con ‘Periódico de Ibiza y Formentera’. | Arguiñe Escandón

La alcaldesa electa en Santa Eulària, Carmen Ferrer (Ibiza, 1967), revalidó el domingo la mayoría absoluta con 14 concejales, igualando un récord conseguido hace 12 años.

—El domingo fue la cita electoral, pero para usted, con multitud de reuniones y visitas, da la sensación de que no haya pasado nada.
—El trabajo ha seguido igual porque hay cosas en marcha y el ayuntamiento sigue siendo una institución viva y con el dinamismo de siempre y nosotros seguimos igual.

—Unos 7.000 vecinos le han otorgado su confianza, una cifra que ha aumentado en comparación con los comicios de hace cuatro años.
—Supone una mayor responsabilidad. Por un lado, es una respuesta en positivo al planteamiento que hacemos del trabajo y a las propuestas que realizamos a los vecinos. Es una respuesta en positivo de nuestra política, continuista también en relación a las otras legislaturas. Se ha acertado con los proyectos y la gente nos da su apoyo. Al mismo tiempo, este apoyo es una mayor responsabilidad, compartida a su vez con los otros ayuntamientos de la isla, aunque en mi caso me impulsa a trabajar en la misma línea. Al final, es cierto que estamos en una institución muy cercana a las personas y este resultado nos impulsa a seguir trabajando como lo hemos hecho y a continuar al lado de los ciudadanos.

—En su caso, parece que muchos ya daban la victoria por conseguida antes de las elecciones. ¿Usted es de las que prefiere no adelantarse a los acontecimientos?
—Soy de este parecer. Primero, no se tiene nada por perdido, pero tampoco nada ganado. Esta sensación de que la cosa va bien es buena, pero no me gustan esas confianzas y hay que seguir trabajando desde el primer momento hasta el último. Incluso ahora hay que trabajar más porque la gente confía más que nunca en nosotros. Sumamos un concejal y eso supone que la responsabilidad ha crecido y debemos seguir actuando en esta línea. No hay que dar nada por seguro. No me gustan las zonas de confort.

—Analizando los resultados, ¿existe alguna mesa o zona que haya llamado su atención, tanto en positivo como en negativo?
—No, exactamente. Todavía no hemos ido a ese detalle, aunque creo que hay algunas mesas en las que tradicionalmente antes no nos habían dado tanto apoyo y ahora sí. Podemos hablar de Sant Carlos en general, donde hemos obtenido muchos votos, pero creo que es porque se han atendido cosas. No he tenido mucho tiempo para valorar los números y los motivos. Lo miraremos todo, aunque ahora es pronto y se habla de números en general.

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—Con 14 concejales, ¿cómo se plantea el reparto de las áreas de gobierno?
—Hay que pensar que no todos pueden aportar una dedicación exclusiva al trabajo del ayuntamiento. Tenemos unos departamentos, mientras que otros concejales son responsables de las distintas parroquias. Hay trabajo para todos, aunque no todos los concejales pueden tener esa dedicación exclusiva en el ayuntamiento, que es un trabajo muy intenso.

—¿Qué consejos o directrices ha dado a los nuevos concejales que la van a acompañar?
—Sobre todo, escuchar a la gente y más, cuando son concejales de un municipio tan extenso. Sobre una mesa todos los proyectos van bien, pero después hay que ir a los vecinos y preguntarles qué creen que puede ser mejor o si hay circunstancias que nosotros damos por seguras y no lo son tanto. Nuestro trabajo es escuchar a los vecinos que viven el día a día. Hay muchas cosas que vemos pero otras que no, y probablemente lo más difícil para las instituciones públicas es llegar a ese día a día y al detalle. Para las grandes obras y los grandes planes hay buenos técnicos que los elaboran pero, el día a día, la acera rota o la farola que no funciona, son las cosas sobre las que debemos estar encima, facilitando la vida a los ciudadanos.

—¿Qué tiene previsto llevar a cabo en los primeros días de legislatura?
—Durante la legislatura pasada dije lo mismo: primero hay que cerrar cosas, aunque hay una serie de temas que se han planteado mucho en todas las presentaciones como cuestiones sobre movilidad, de conciliación familiar o de vivienda de protección oficial. Son proyectos que deben contar con mucha energía detrás, por lo que intentaremos definirlos e impulsarlos en cuanto se pueda. Como sabemos, entre que se sacan, se buscan los presupuestos o se concursa, los tiempos de la Administración pública son largos.

—Esta legislatura tendrá delante a formaciones como Vox, Unidas Podemos y PSOE.
—Los ciudadanos han elegido estas formaciones y hay que respetarlo. Sólo puedo pedirles que hagan un trabajo en favor de la gente de este municipio. La política que siempre se ha seguido en este ayuntamiento ha sido ser muy respetuoso con las propuestas porque representan a quienes les han votado. Todos los concejales que estamos en un plenario deberíamos tener esta voluntad de servicio público y de mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos y es lo que pido a los concejales de la oposición.

—Con un Govern del PP, ¿confía en mejores perspectivas de cara al Palacio de Congresos?
—La ampliación estaba confirmada y ahora se trata de seguir la senda para conseguir que la obra sea una realidad. Es verdad que es un proyecto muy grande, con unos pasos establecidos, y adelantarlo será complicado, pero confiamos en que en unos tres años o tres años y medio sea una realidad. Siempre he dicho que el Palacio de Congresos no es una infraestructura de Santa Eulària, sino de toda la isla de Ibiza. Será un motor extraordinario. Ya lo es y la primera fase, incluso en años complicados como el 2022, movió a unas 35.000 personas entre temas culturales y de otra índole. La segunda fase será un motivo más para producir economía y que ésta sea muy transversal.


—Confiará en que la nueva presidenta del Govern sea sensible a sus peticiones.
—Marga Prohens, desde que ha asumido la presidencia del PP balear, ha sido muy cercana. Ha viajado a todas las islas y conoce los problemas de Santa Eulària y qué proyectos e infraestructuras necesitan de un impulso mayor. No me cabe duda que, con orden y rigor, atenderá nuestras necesidades.