La situación ha mejorado ligeramente si se comparan los datos con los registrados hace algunas semanas, aunque la cifra sigue siendo todavía demasiado alta «en la isla del lujo», afirmó ayer el coordinador de la ONG, Gustavo Gómez.
La llegada de la temporada se percibe en estos momentos en programas de la entidad como los destinados a la búsqueda de empleo. «La gente está trabajando por horas o jornadas completas y en ese aspecto vamos mejor. También en el reparto de alimentos hemos visto cómo las cifras han bajado algo en los últimos tiempos. Hace un mes había más usuarios de lo normal para esa época del año», puntualizó.
Según Gómez, los datos que van recopilando evidencian que todavía se está lejos de regresar a los niveles prepandemia, por lo que «la lectura es clara: quienes lo pasaron mal en aquella época todavía no se han recuperado, pasando a engrosar esas listas de familias en exclusión a quienes después cuesta mucho salir y poder vivir como hacían antes». Desde Cáritas lamentaron que la emergencia habitacional sigue causando muchos de estos problemas y en la ONG «ya no sabemos por dónde tirar puesto que no tenemos recursos o la capacidad para hacer frente a estas dificultades>».
Sin tapujos, los responsables de la entidad aprovecharon los resultados electorales para exigir que realmente «haya un cambio y los nuevos gobernantes enfoquen el problema de una manera seria y eficaz».
En este sentido, reclamaron «acciones valientes» para evitar «los atropellos que vemos cada día en nuestros usuarios» debido a los excesivos precios y a las malas praxis que deben sufrir en el mercado del alquiler. «Es el principal problema que tenemos ahora mismo en la isla», lamentó el coordinador.
En Cáritas reiteraron que «en esta isla del lujo mucha gente lo está pasando mal. Estamos preparando la memoria y vemos que los datos no bajan mucho en tres o cuatro años y nos hemos estancado en unas cifras que ya eran altísimas».
También en Cáritas Sant Antoni atienden a unas 100 personas, realizando una entrega de alimentos por familia cada 15 días. Mientras que en Ibiza son tres los días de reparto de comida, en Sant Antoni se mantienen en dos: miércoles y viernes.
Responsables de esta oficina explicaron ayer que el número de ayudas ha bajado considerablemente con la llegada del verano, entre un 25 y un 30%.
En primera persona
Sin duda, la subida del IPC, la factura de la luz o la gasolina y las consecuencias de la guerra en Ucrania están pasando factura a muchas familias de Ibiza que nunca habían tenido que recurrir al banco de alimentos de Cáritas. Sin ir más lejos, según Gustavo Gómez, están acudiendo a la entidad personas con un oficio que trabajaban a jornada completa, pero su salario no es suficiente para poder cubrir todos los gastos. «Lamentablemente hay gente que tiene que escoger entre pagar el alquiler o comer», subrayó. Es el caso de una mujer de 65 años que recibe una «pensión insignificante» y tiene un hijo en paro. «Si pago cada semana 100 euros de comida en el supermercado, no podría pagar el alquiler. La prioridad es poder tener un hogar», señaló esta residente.
Sustento de vida
Para esta mujer, esta ayuda se ha convertido desde hace meses en su sustento de vida. Lo mismo le ocurre a una vecina nacida en Paraguay y que lleva afincada en Ibiza desde hace cinco años. Relató que su hija nació con problemas y ambas tuvieron que desplazarse a un hospital de Barcelona para que la pequeña pudiese recibir el tratamiento adecuado para su afección. No obstante, el ingreso se alargó dos meses y, según esta vecina, este traslado supuso un gran gasto para la familia. Un desembolso del cual todavía no se han recuperado. «Esta ayuda es imprescindible para nosotras. Mi hija ya está bien, pero yo sigo sin trabajo», puntualizó esta mujer mientras otra usuaria señalaba que «ojalá pronto dejemos de necesitar venir aquí y hacer estas colas».
En este sentido, el coordinador de Cáritas Diocesana en Ibiza señaló que siguen luchando para implantar definitivamente las tarjetas prepago para que las familias puedan comprar alimentos y no tengan que hacer largas colas para recibir estos productos. Indicó que esta herramienta permitiría «dignificar el acceso a la alimentación», puesto que el uso de estas tarjetas solidarias evitaría el estigma de tener que ir a recibir sus alimentos en los diferentes puntos de recogida existentes.
10 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Una parte es para gente sin papeles, que trabajan en negro cuando pueden; para tener papeles, necesitan estar empadronados dos años, pero esta el problema de que donde viven no les quieren empadronar, por dinero o porque tienen más gente viviendo de lo permitido, no lo tengo claro...hay toda una economía sumergida con cientos de personas, y los que lo pueden solucionar, miran para otro lado..
Lo raro es que cuando uno ve la gente delante de las puertas de Caritas en Sant Antono una mayoría de las mujeres pertenece al colectivo de nuestros huéspedes mágrebies. No sé como encaja esto con las reglas religiosas que prohíben estrictamente los contactos de las mujeres con los incrédulos.
Supongo que la aseveración de que "en esta isla del lujo mucha gente lo está pasando mal" es simplemente "una manera de hablar". Esta claro que es una isla en las que las diferencias sociales son ... sangrantes y una parte, desgraciadamente bastante amplia esta tratando "de librarse" de esa molesta visión de mendigos callejeros, yonkies pedigüeños y colas de Caritas. A este paso vamos por el camino de perseguir la mendicidad como un delito tipificado en época de "Su Excremencia". Una sociedad que no sabe hacer frente a los problemas de sus conciudadanos y se dedica a decir desde jilipolleces a barbaridades xenófobas es una sociedad corrompida y ganada por la opulencia el consumismo y un profundo egoismo. Pero, todavía hay esperanza, ahora con los salvapatrias ganadores de las últimas elecciones van a renacer toda clase de ayudas sociales que los rojillos no permitieron ¿ verdad? Ahora, todo va a ser como debiera ser....
MedelAl parecer, es de gusto pasar por un trago, tan violento como tener que hacer cola, ya que ... al parecer de algunos "son los vagos, ya que hay mucho trabajo". o sea, que se creen que se ha restablecido el pleno empleo y por ello ... sino tienen la opción ¡¡¡ mira que majos !! de marcharse ... Solo le deseo a esta panda de ignorantes, insolidarios y desaprensivos que alguna vez se vean en semejante tesitura. Mientras tanto sigan moviéndole el rabo a sus amos y nada probos trabajadores .. ¡¡ a currar !! y a no pensar mucho que las escasas neuronas de que disponen no dan para mas....
Can PebràsTodo un experto.
Protestamos porque los "ricos" , decimos, no ayudan. Ahora los pobres parece que tampoco y miramos para otro lado y pensamos que son unos vagos. Cuando alguien cae en la lona es difícil encontrar trabajo. Se entra en un bucle y en depresión y no es nada fácil salir. .. Y también un transporte de encontrar. Si bien Dios nos dió las piernas para desplazarnos. No se olviden de tener compasión "ricos" y pobres.
También hay ciertos colectivos o culturas en los que solo trabaja el hombre y la mujer "renuncia" a entrar en el mercado laboral y se dedica a "sus labores" y a la cría de hijos en plan cadena de montaje. Luego claro, están "necesitados". Fallan muchas cosas. Una mala racha la puede tener cualquiera pero hay que analizar caso a caso. Mantener al que quiere vivir en Ibiza o en nuestra sociedad pero con las costumbres de su lugar de origen pues, sinceramente, no me parece bien pero claro en esta sociedad hipócrita se usa muy bien desde determinados sectores el buenismo interesado y un cocepto, el del racismo, como arma arrojadiza a los que defienden el sentido común. Esto no es sostenible y ya veremos qué futuro depara si nadie pone orden ni limitaciones
Cuando el coordinador le explicó a un conocido que decir Caritas no es iglesia. Ya que la iglesia le da un ridículo % a caritas. Pues vaya. Banco il.Vaticano decían era donde habia buena pasta. Las X de la.declaración renta... y lo privado opus etc. Además de propiedades algunas muertas de risa. Y la.cantidad de vividores fe secyas donde en propiedades de la.Iglesia estan sin hacer el bien comunitario.
Hay curro pa aburrir. Puedes cambiar de trabajo y buscar otras condiciones. Puedes moverte a otros sitios pero aunque esten muertos de lo que sea de aquí NO se va ni dios. Ya lo dije por activa y por pasiva. Yo, aquí, yo me he ido de la isla cuando no he podido tirar adelante. Coges lo justo y puerta pero lo del ñiñiñiñi todo el día. Seguro que son los que en invierno no curran en negro ni hacen magarrufas. Son gente.de a pie que no sabe ni como salir de aquí.
Espero no tenerme que ver nunca en la tesitura de pedir para poder comer y tengo claro que hay casos sangrantes de gente que lo necesita, pero no me acaba de cuadrar que habiendo trabajo y plazas varias que cubrir haya tanta gente necesitada