Con la camiseta celeste, Theo junto a su familia. | Daniel Espinosa

Un padre del municipio de Sant Josep ha mostrado su «desesperación» a Periódico de Ibiza y Formentera porque ninguno de sus dos hijos ha logrado plaza en la escuela municipal de verano del municipio. Este hecho, que en un principio podría ser algo normal en cualquier municipio de la isla en estas fechas, para Julian Cobby se ha convertido en un gran problema, y es que uno de sus hijos, Theo, «tiene el Síndrome de Smith-Magenis, una enfermedad genética rara que se caracteriza por tener una discapacidad intelectual leve a moderada, retraso en el habla y trastornos del sueño», según ha explicado el propio progenitor.

«Tanto su madre como yo trabajamos, como es el caso de otras familias», ha señalado, pero debido a la discapacidad de su hijo «tenemos muchas más dificultades que otras familias ya que no le podemos dejar en cualquier sitio». Esto se suma a los «muchos gastos derivados» de la enfermedad de Theo «y las terapias que necesita», por lo que no pueden contratar a una niñera. «Además de ser mucho más caro, le impediría el contacto con iguales que es tan importante para él», ha reconocido, además de no poder plantearse tampoco la opción de dejar de trabajar ningún miembro de la familia. «¿Entonces qué hacemos?», se pregunta angustiado Cobby.

Inclusión

«Nuestro hijo va a una escuela pública y está en un aula ordinaria, con el resto de sus compañeros», ha explicado el progenitor. «Para Theo es muy importante la socialización con otros niños y la realización de diferentes actividades que suponen una gran estimulación para él», por lo que la opción de que acuda a una escuela de verano es la mejor para tanto para el niño como para sus padres, «pero todas las escuelas de verano públicas y privadas ya están completas y nos encontramos desesperados», ha lamentado Julian Cobby.

Theo, tiene el Síndrome de Smith-Magenis, una enfermedad genética rara que se caracteriza por tener una discapacidad intelectual leve a moderada, retraso en el habla y trastornos del sueño.
Foto: Daniel Espinosa

Ante esta situación, este padre desesperado ha hecho un llamamiento al Consistorio josepí «y al resto de ayuntamientos» para que «aseguren siempre una reserva de plazas que sea suficiente para poder aceptar a todos los niños que tienen discapacidad. Las instituciones tienen la obligación de garantizar la atención y el derecho a la inclusión de niños con necesidades especiales», ha manifestado.

La respuesta de Sant Josep

Desde el Ayuntamiento de Sant Josep, por su parte, han insistido en que los dos hijos de Cobby no están excluidos de la escuela de verano, sino «en lista de espera» y en función de que se pueda contratar a más monitores. «Hay gente que se apuntó antes», han recordado fuentes consistoriales, «y el acceso a la escuela de verano va por escrupuloso orden de inscripción». Además, han insistido en que al tratarse de una escuela «inclusiva» no se da preferencia a ningún colectivo. «no se puede hacer una puerta de entrada específica para niños con necesidades especiales», han apuntado.

De cualquier forma, han insistido desde el Ayuntamiento que se trata de un servicio que se puso en marcha «no para ayudar a los niños, sino para ayudar a la conciliación familiar» de los padres trabajadores en los meses de verano. Y justamente este verano «se ha apuntado más gente que otros años» y los recursos que hay para la escuela de verano «son los que son».

Asimismo, han insistido en que ahora, tras la publicación de las listas definitivas de admitidos, «se abre el período para que la gente que tiene plaza formalice la inscripción» y haga el pertinente pago. «En función de los que abonen la plaza se empezarán a llamar a los de las listas de espera y contratar a los monitores», han subrayado.

Desde el Consistorio han querido hacer hincapié a su vez en que «cuantos más niños con necesidades especiales entren, más personal especializado contrataremos».

La presidenta de la asociación Ibiza In, Consuelo Guerra, ha subrayado que, pese a que Sant Josep es un municipio que ha hecho mucho camino en el tema de la inclusión, las bases de la escuela de verano en cuanto a criterios de admisión son «muy mejorables», ya que «no contempla la diversidad funcional como criterio puntuable», aunque sí que se tiene en cuenta a la hora de la matriculación, ya que se hace una rebaja en la cuota por este motivo.

Para Guerra «se tendría que reservar un mínimo de plazas en las escuelas de verano para los niños con diversidad funcional» ya que si no se prioriza su entrada «los padres no pueden optar al plan B, que son las escuelas privadas». Y es que, aunque el Govern subvenciona el 100% del coste del personal para el cuidado de niños con grado de dependencia tres «el papeleo que tienen que hacer las escuelas privadas es tan farragoso y complejo que optan por no ofrecer este tipo de plazas».

Por su parte Antonella Greco, gerente de Apfem, ha señalado que están teniendo muchos problemas con las escuelas de verano esta temporada, porque se han quedado muchas familias fuera tanto en el municipio de Ibiza como en el de Sant Josep «y por tanto hay un porcentaje por prevalencia de personas con necesidades especiales que se queda fuera».

«El que sean escuelas inclusivas no quita que puedan reservar plazas para niños con necesidades especiales, una cosa no quita la otra», ha matizado Greco, y más teniendo en cuenta que en el caso de las familias con necesidades especiales «nunca se compite con los mismos recursos». «El tema de la reserva de plazas es algo que tenía que estar valorado y tenido en cuenta desde ya», ha reconocido. «Es bastante grave que en verano, estando en una isla que vive del turismo, haya familias que no puedan tener a sus menores atendidos», ha concluido.