Un momento de la presentación de la finca. | Toni Planells

Durante la mañana de este miércoles se ha presentado en sociedad la finca de Can Miqueleta. Se trata de una finca de 10 hectáreas ubicada en Sant Jordi, al lado del aeropuerto, que se dedica al cultivo de productos a través de la agricultura regenerativa.

Es una finca estructurada en ocho pastillas distintas, con nueve bancales de 40 metros de largo por uno de ancho. Entre ellos hay un bancal de vetiver, una planta que no es productiva pero que aporta una gran cantidad de materia orgánica. Entre las plantas que ya empiezan a dar sus frutos se pueden encontrar distintas variedades de tomate, apio, cebolla, pepino, lechuga, pimientos de distinto tipo, perejil o distintas flores.

Josean Oyaga es cofundador de The Farmer’s Club.
Fotos: Toni P.

Josean Oyaga es cofundador de The Farmer’s Club, uno de los encargados de gestionar la finca y experto en agricultura regenerativa. «Se trata de un concepto de agricultura que nace a partir de darse cuenta de que la agricultura convencional está muy mal y que hay que hacer las cosas de manera distinta», explicaba Oyaga, que subrayaba que «la clave de la agricultura regenerativa consiste en la regeneración del suelo». Para dicha regeneración, el experto apunta que «la clave está en el uso de distintas herramientas como animales, coberturas vegetales, biofertilizantes y demás».
Regenerar

El representante de The Farmer’s Club quiso poner el foco en la importancia del suelo y la función de la agricultura regenerativa que «provoca la acumulación de carbono orgánico en el suelo a través de las raíces o la materia orgánica. Por cada tonelada de carbono orgánico que se captura en el suelo, se liberan 1,6 toneladas de CO2 de la atmósfera. El agricultor debería cobrar por la captura del carbono que se emite desde las ciudades».

Entre los invitados a la presentación de Can Miqueleta no faltaron distintos representantes de las cocinas de establecimientos próximos a la finca, «para que se mojen a la hora de unirse al esfuerzo que estamos haciendo algunos agricultores por hacer una agricultura sana, tanto para el estómago como para el Medio Ambiente aunque sea un poco más caro que la agricultura convencional, que es una basura», tal como explicaba Oyaga.

Damián Martínez es chef ejecutivo del grupo Nassau y la propuesta de Can Miqueleta le parece «súperinteresante. Es una parcela bastante grande que está muy cerca de nuestros locales y entendemos que poder ofrecer un producto a nuestros clientes que se ha cultivado a dos kilómetros es un valor añadido».

El restaurante Jokey Club de Salines es otro de los establecimientos próximos a Can Miqueleta y, en consecuencia, uno de los ‘targets’ a la hora de ofrecer el producto de la finca con una proximidad extrema. El responsable de su cocina es David Piernagorda, que considera que «en cuanto nos comentaron la idea nos dimos cuenta de que tanto por el tema de calidad es muy interesante. Es un producto de temporada que no se ha criado en invernaderos; como por el tema de la proximidad, que en este caso es totalmente de Km0». Entre los platos de la carta de Piernagorda, el cocinero reconocía que «estos productos son perfectos para hacer un tartar de aguacate con salmorejo».

Cultivando un hotel

«Hemos empezado por la huerta, pero el proyecto de Can Miqueleta es mucho más amplio. Pretende acabar convirtiéndose en un hotel sustentable, un ente capaz de alimentarse a si mismo», avanzaba Oyaga, que explicó que «la intención es plantar un olivar para surtir de aceite al hotel, igual que una viña para poder hacer vino, además de almendros y una serie de elementos que surtirán de materia prima al hotel y a su restaurante». Como no podía ser de otra manera tras haber escuchado sus explicaciones, Oyaga añadía que «también tenemos proyectado que haya animales que puedan pastorear de manera racional, sin dejarlos pacer más de un día en el mismo lugar».