El otorrinolaringólogo Juan Carlos Amor.

Un estudio liderado por Juan Carlos Amor, otorrinolaringólogo del hospital Can Misses, puede despejar grandes dudas sobre la relación entre el Síndrome de Raynaud y graves problemas auditivos, un hecho sorprendente teniendo en cuenta que el primero afecta a manos y pies. Por el momento, el trabajo ha sido editado en el Journal of Clinical Medicine, una prestigiosa publicación de ámbito internacional.

Amor, quien lleva ocho años en Can Misses, recuerda que este fenómeno médico suele afectar a mujeres muy jóvenes que padecen problemas en sus dedos. Las pacientes pueden sentir dolores en sus extremidades, que incluso van cambiando de color: del blanco al azul o al rojo, todo dependiendo de factores como el frío o un epìsodio de nervios. La mala circulación sanguínea puede estar detrás de este desconocido síndrome que llega a afectar a cerca del 3% de la población femenina. En ocasiones, además, puede confundirse con algo tan habitual como un sabañón.

«Ahí está el asunto. En la mayoría de casos son procesos benignos que no causan problemas más allá del frío o la incomodidad. Hay, sin embargo, entre un 10 y un 15% de afectadas que puede llegar a desencadenar una enfermedad grave o muy grave como es la esclerodermia», advierte el experto.
Según asegura, esta patología puede provocar problemas en la piel, disfagia e, incluso, deformidades en la cara. «Es una enfermedad que tiene mortalidad», advierte.

El otorrinolaringólogo llevaba años estudiando el síndrome, llegando a la conclusión de que los afectados por Raynaud y esclerodermia podían sufrir también problemas auditivos y del equilibrio graves.

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Con el objetivo de detectar precozmente estas patologías, el equipo médico analizó casos de mujeres con Raynaud descubriendo que, al desarrollar esclerodermia, podían sufrir alteraciones principalmente de carácter auditivo.

trabajo multicéntrico

«Tuvimos que parar el estudio durante la pandemia y ha sido un trabajo multicéntrico. Lo hicimos fundamentalmente con el hospital Vall d´Hebrón puesto que una compañera tenía disponibilidad y a un grupo de pacientes muy grande con esclerodermia», explica. También colaboró el equipo de Reumatología de Can Misses, así como expertos del hospital de Salamanca y de la Universidad de Cantabria.

Desde Estados Unidos o Bélgica han contactado ya con Amor para interesarse por su investigación y por próximos estudios similares. «Por ahora no sé si continuaremos porque dependemos de muchos factores», afirma.

El especialista reitera que, gracias a su investigación, han podido constatar que una cosa es sufrir el síndrome de manera aislada y sin grandes consecuencias y otra bien diferente es padecer Raynaud en personas con esclerodermia. No tener problemas auditivos será un claro síntoma de que el trastorno es benigno, añade Amor.