Imagen de un operario de limpieza en sa Penya.

La Concejalía de Medio Ambiente, Limpieza y Edificios de Vila, dirigida por Jordi Grivé, ha activado este martes la primera fase del plan de choque de limpieza en la ciudad. Una primera fase que se ha centrado en el histórico barrio de sa Penya, muy afectado por la suciedad. La medida se ha puesto en marcha tan solo 10 días después de que el nuevo gobierno de la capital ibicenca haya comenzado a trabajar.

Así, la primera actuación del plan de choque ha sido «reforzar el servicio de limpieza en sa Penya», según han señalado fuentes del Ayuntamiento. De este modo, se han incrementado tanto los recursos como el personal destinado a la limpieza de un barrio especialmente afectado por el problema de la suciedad. Y es que sa Penya ha acabado por convertirse en un auténtico vertedero urbano en el que existen, incluso, solares en los que los residentes llevan años depositando las basuras, sin que desde el Consistorio se hayan tomado medidas para evitarlo.

«En estos primeros días del nuevo mandato ya hemos detectado la necesidad de ampliar los recursos personales y materiales para limpiar el barrio de sa Penya», ha explicado el alcalde, Rafa Triguero. Así, el primer paso de esta intervención será ampliar el número de días de limpieza en el barrio. Triguero ha señalado que, además, se están coordinando diferentes actuaciones de limpieza en todo el municipio. En este sentido, el alcalde ha indicado que el gobierno es «consciente» de que Ibiza «no estará impecable de un día para otro». Sin embargo, ha subrayado, el objetivo del Ayuntamiento ahora es «conseguir una Ibiza más limpia» y que «cada pequeño avance que se haga es un paso más» para alcanzar este objetivo. Para ello ha pedido la «colaboración de todos».

Periódico de Ibiza y Formentera realizó el pasado mes de noviembre un reportaje sobre el estado en el que se encontraba esta pintoresca zona de la ciudad, considerada parte del Patrimonio de la Humanidad. En aquellos momentos, algunos de los residentes en el barrio relataron cómo eran ellos mismos los que se encargaban de limpiar y baldear las calles y denunciaban la falta de atención por parte del Consistorio. Desde el Ayuntamiento, se justificó la situación apelando a «las peculiaridades del barrio» y a «las actitudes incívicas» de «una parte de sus vecinos». Para los entonces responsables municipales, del PSOE y Unidas Podemos, esta situación provocaba que fuera «complicado» mantener la limpieza en sa Penya.