La calle Fra Vicent Nicolau recorre más de 400 metros en una de las vías que se ha convertido en una de las entradas a la ciudad de Vila. Su recorrido parte del paseo Abel Matutes Juan hasta alcanzar la plaza Enric Fajarnés i Tur, en la recién renovada avenida Isidoro Macabich, y alberga distintos comercios locales.

Nagore vive en el principio de esta calle durante la temporada de verano desde hace 20 años. Sus quejas en cuanto a su calle durante los veranos, tal como confirma con su hija Río, gira entorno a «la cantidad de cacas de perro que te encuentras en la calle. El resto del año vivo en Bilbao y esto allí no se ve. Aquí es una pasada. Sin embargo, la suciedad es algo bastante común en toda la ciudad de Vila, por desgracia». La altura de la calle donde vive, tal como afirma, «no es tan agobiante en cuanto tráfico como otras de Vila como, por ejemplo, la calle Aragón. Además es bastante amplia y no es nada ruidosa en comparación con otras. Supongo que el hecho de no haber bares ni muchos comercios tendrá mucho que ver».

Leticia trabaja en esta calle, más arriba de su cruce con la calle Vicente Serra i Orvay, desde hace siete años, en Aromas de Ibiza, y sus argumentos chocan con los de Nagore, «hay bastante tráfico, ruido y poca limpieza». Tampoco puede evitar la comparación con su lugar de residencia, Puig d’en Valls, «allí siempre ves a alguien limpiando constantemente, en cambio aquí está siempre bastante sucio». Pese al elevado tráfico de vehículos que denuncia Leticia, observa que «el tráfico de personas no es muy elevado, pasa poca gente y apenas se paran». Aurelie es la responsable del negocio y considera que «desde que han cambiado de alcalde me parece que está un poco más limpia. Viene más la máquina a limpiar». Aurelie tampoco puede evitar la comparación con su lugar de residencia, París, «esta calle está mucho más limpia que las de París, en las que te puedes encontrar hasta ratas. Para mí está mucho más limpia que esta en comparación».

Juana María es habitual de esta calle y considera que «durante el verano está más limpia que en invierno. En Ibiza se cuidan más las cosas en verano». Juana María, con su mascota Darma en brazos, considera que «gracias a la zona azul, es relativamente fácil aparcar en esta calle», aunque reconoce con humor que, «la verdad es que normalmente suelo tener bastante suerte con eso. Otra cosa que me gusta son los comercios que hay en esta zona».

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En este sentido Miguel, también habitual de esta zona, no coincide con los argumentos de Juana María, «falta más actividad de negocio, hay bastantes locales cerrados. Pero en general está muy bien, hay muy buena gente en el barrio. En cuanto a la limpieza, es muy mejorable»

Muchos comercios
Concha vive en el último tramo de la calle que «siempre ha sido más o menos tranquila, pero desde que han puesto el semáforo y han quitado la fuente se montan unas colas que llegan hasta la calle Sant Cristófol».

Un nuevo semáforo que la vecina observa que «está muy poco tiempo en verde. Además está el agravante de que la calle de al lado (Arquebisbe Cardona Riera) la han hecho peatonal y todo el tráfico se deriva aquí».

En el apartado positivo de la opinión de la vecina está que «hay pocos bares, uno en cada punta de la calle, que, además, son muy tranquilos y no dan problemas. Hay tiendas, es cómoda y está en pleno centro».