La playa de Cala Gració cerrada este miércoles. | Irene Arango

Desde este miércoles por la mañana la playa de Cala Gració, ubicada en el municipio de Sant Antoni, permanece cerrada a los bañistas por la gran presencia de la bacteria E.coli. La medida tomada por el Ayuntamiento se ha aplicado tras una primera analítica que reflejaba las condiciones y la calidad del agua del baño.

El origen, pese a que se desconoce con exactitud, procede de la zona próxima a la playa. «Vamos a proceder a abrir una investigación para ver de dónde procede. Podemos pensar que proviene de aguas residuales de alguna vivienda de la zona», ha explicado Pepita Torres, regidora de Medio Ambiente del municipio, que se encontraba ayudando a acordonar la zona.

En este sentido, Torres ha asegurado que solo queda «esperar» 48 horas hasta que se conozcan los resultados de la segunda analítica para saber el estado del agua. Por tanto, hasta este viernes la bandera roja prohibiendo el baño ondeará en Cala Gració y en la playa contigua, Cala Gracioneta, como ya pasó el año pasado con la playa de s’Arenal del mismo municipio o con la playa de Punta Xinxó, en Cala de bou.

Un inconveniente para los negocios y locales de la zona que estaban viendo estos días como los turistas llenaban sus terrazas. «Llevábamos unos días buenos tras las lluvias y ahora esto va a hacer que venga menos gente», ha señalado uno de los trabajadores de uno de los restaurantes. «Me sorprende porque nunca ha pasado en esta playa», ha finalizado.