Imagen de la evacuación del herido el 15 de septiembre de 2018.

Ingesta de sustancias alucinógenas y dos caídas o saltos al vacío, el último de ellos con un resultado mortal. El turista británico de 35 años que la madrugada del martes falleció tras precipitarse de un segundo piso había consumido sustancias alucinógenas. Ocurrió en torno a las 03.20 horas en la calle Molí, en Sant Antoni. La víctima falleció en el acto por el impacto.

Cinco años atrás, el 15 de septiembre de 2018, el joven ya protagonizó otro espeluznante suceso bajo los efectos de drogas alucinógenas, según señaló la investigación desarrollada por la Guardia Civil.

En aquella ocasión, la mañana de un lluvioso sábado en Sant Antoni, el joven se precipitó desde un cuarto piso del edificio Fragata, en el Passeig del Mar. El joven acabó con una pierna atravesada por el palo de una sombrilla dejando una imagen escalofriante.

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Bomberos, Policía Local, Guardia Civil y 061 rescataron al chico que fue evacuado con el palo insertado en su pierna. Cinco años después la caída desde una segunda planta tuvo consecuencias fatales. La investigación de la Policía Judicial apunta también a la ingesta de sustancias alucinógenas como el detonante del suceso.

Según señalaron desde la OPC de la Guardia Civil, durante la inspección ocular de la habitación los agentes hallaron diversos tipos de sustancias estupefacientes. A la espera de los resultados definitivos de la autopsia, las primera investigaciones apuntan a que el hombre se movía por los efectos de las drogas.

La caída mortal se produjo en torno a las 03.20 horas del martes. El 112 recibía el aviso de la presencia de un hombre tendido en la calle Molí, en Sant Antoni. Hasta el lugar se movilizaron varias unidades de la Policía Local, Guardia Civil y una ambulancia del 061. Los sanitarios solo pudieron certificar el fallecimiento del hombre.

La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación.