Carmen Navarro, trabajadora del programa de acogida al refugiado.

El programa de acogida al refugiado de Cruz Roja Ibiza ha asistido en lo que va de año a 101 personas. Durante todo el año pasado, en este mismo servicio fueron atendidos 144 usuarios, sin contabilizar a los refugiados procedentes de Ucrania. Estas cifras llevan a pensar que cada vez más gente se ve obligada a escapar de sus países de origen por distintos motivos. Este año ha sido atendida en Ibiza una joven de Georgia, entre otras nacionalidades.

En Baleares, un dato sorprendente es que en 2022 aumentó hasta un 70% el número de personas refugiadas solicitantes de asilo. Por este motivo fueron atendidas en las islas 2.224 personas y, de ellas, muchas procedían de Ucrania debido al conflicto bélico que se desató en el país. En la región balear, en 2022 fueron asistidos 1.154 ucranianos, 180 en la isla de Ibiza.

Nacionalidades

Colombianos, venezolanos o peruanos, fueron las otras nacionalidades predominantes entre los solicitantes de asilo, principalmente por la inestabilidad política y la violencia en estos países. Entre todas estas cifras, Cruz Roja no contabiliza a los centenares de subsaharianos que llegan en patera a las islas.

«Hay muchos casos y el primer pensamiento que se te viene es que la realidad supera la ficción. Hay un joven de Colombia que era un líder social de una fundación que creó para ayudar a menores de su barrio donde había mucho narcotráfico. Al final, este trabajo se volvió en su contra y recibió amenazas y hasta sufrió un intento de atentado. Tuvo que dejar a su familia, todo, y venir a España», relataron desde Cruz Roja.

Desde la ONG en Ibiza, Carmen Navarro explicó que con su programa de acogida al refugiado llevan a cabo una asistencia multidisciplinar a través de asesoramiento social, psicológico y jurídico. «Tratamos siempre de informar a las personas sobre la protección internacional y en qué consiste, puesto que se rige por unos motivos concretos. Después, intentamos ofrecerles nuestros recursos como el servicio jurídico que se brinda desde Palma», recordó Navarro.

Quien llegue en calidad de refugiado, podrá optar a una plaza en algún centro de acogida mientras se formaliza su petición de asilo. «En estos lugares se trata también de trabajar la autonomía de estos usuarios, su integración en la sociedad, logrando que obtengan el permiso de trabajo y residencia. Se trata de conseguir que el duelo migratorio de estas personas sea lo menos duro posible», insistió.

El colapso actual de las administraciones públicas está dificultando precisamente la integración de estos ciudadanos. «En el caso de Ibiza, nos encontramos con personas a quienes se les está dando cita para formalizar sus papeles para dentro de un año, lo que complica mucho que se puedan integrar y ser autónomas. Hasta que no obtienen los papeles, no pueden conseguir su permiso de trabajo y dependen de los recursos. En Ibiza, la problemática de la vivienda también provoca que todo sea mucho más complicado y el empadronamiento resulta muy difícil y a la hora de obtener una tarjeta sanitaria, casi todos tienen el problema de que les exigen el empadronamiento», lamentó Navarro.

En este sentido, recientemente Cáritas Ibiza denunció también las dificultades con las que muchos usuarios se estaban encontrando en la isla a la hora de tramitar su residencia o permiso de trabajo debido al colapso de la oficina de Extranjería y de otras dependencias públicas. También criticaron las dificultades que les estaba causando el tema del padrón, asegurando no poder aceptar que «por interpretaciones administrativas de una ley, haya gente que se quede sin una tarjeta sanitaria».

«Cada vez están huyendo más personas de sus países por el tema de la violencia o de las persecuciones que existen y nos gustaría visibilizar cuál es su situación o los principales motivos que les llevan a huir», explicaron desde Cruz Roja.

Según Carmen Navarro, en este 2023 se están topando con muchos casos de venezolanos que se han marchado del país. Muchos eligen España para evitar la barrera que puede suponer no conocer el idioma de otros lugares europeos. En Cruz Roja también atienden a muchas víctimas de violencia de género, afirmando que la mayoría de los solicitantes de asilo son mujeres. «En Ibiza hay varios casos de víctimas de la violencia machista que han tenido que escapar de su país por este hecho», lamentó Navarro. En muchas ocasiones, estas refugiadas huirán de su agresor junto a sus hijos.

Navarro consideró que la falta de información puede provocar que la sociedad en general mire con recelo a estos refugiados, obligados a marcharse de sus países por diferentes y tristes motivos.