En el centro cultural de sa Pedrera se guardan todo tipo de materiales de obra y construcción. | TEF

Las empresas constructoras que en estos momentos ocupan de forma irregular el centro artesanal de sa Pedrera, en el barrio de sa Penya, tienen de plazo hasta el próximo 15 de agosto para sacar de este espacio todos sus enseres, según ha explicado a Periódico de Ibiza y Formentera el alcalde de Vila, Rafa Triguero. El primer edil ha añadido que, además, deberán devolver sa Pedrera al Consistorio en el mismo estado en el que se encontraba cuando el anterior equipo de gobierno, dirigido por el socialista Rafa Ruiz, les permitió instalarse allí.

Triguero ha explicado que «fue una sorpresa» descubrir, a la hora de revisar las instalaciones municipales tras su toma de posesión el pasado mes de junio, que el centro artesanal de sa Pedrera estaba siendo utilizado como almacén por las empresas que llevaron a cabo la construcción de las viviendas protegidas de la UA27 de sa Penya. Un proyecto ejecutado entre 2019 y 2021 por las compañías Construcciones y Desarrollo Tudmir SL y Patrimonio Inteligente SL, que resultaron adjudicatarias de los trabajos al presentarse al concurso como unión temporal de empresas.

Sa Pedrera era el centro en el que trabajaban los artesanos de la asociación es Juvert, que habían firmado un convenio con el Ayuntamiento para poder instalarse en este espacio. A cambio, ofrecían talleres y visitas al público un día a la semana durante la temporada turística y el resto del año estaban a disposición tanto del Ayuntamiento como del Consell d’Eivissa para diferentes tipos de actividades, según explicó este martes a este rotativo la presidenta de es Juvert, Verónica Ahtan.

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La rehabilitación de este espacio se llevó a cabo en 2010 por un importe de 900.000 euros, procedentes de los fondos europeos FEDER (450.000 euros), el Govern (225.000 euros) y el Consorcio Ibiza Patrimonio de la Humanidad (225.000 euros). Entre 2011 y 2015 el centro permaneció cerrado y fue necesario destinar 80.000 euros más para su puesta en marcha tras haber sufrido varios actos vandálicos. El hecho de que contara con financiación europea obligaba a que el centro se destinara a aquello para lo que se había solicitado el dinero, es decir, un espacio para los artesanos de la ciudad. La reforma, llevada a cabo por la entonces concejal del PP Lina Sansano fue inaugurada en julio de 2015 por Rafa Ruiz, que había sido elegido alcalde tan solo unas semanas antes. Y es entonces cuando los artesanos de es Juvert comienzan a trabajar allí.

Ya en 2019, con las obras de las VPO de sa Penya adjudicadas, el gobierno de Ruiz pidió a los artesanos que cedieran sa Pedrera a las constructoras para que pudieran depositar allí maquinaria y material de la obra. Posteriormente, estas empresas, según la explicación de la presidenta de es Juvert, se hicieron cargo también de la construcción de las aceras. Y el plazo se alargó aún más cuando Vila decidió que trabajaran en el centro los arqueólogos de las obras tras el hallazgo de varios restos arqueológicos. Los miembros de es Juvert reclamaron al Consistorio en diferentes ocasiones la recuperación del centro sin que ello fuera posible.

«Aquello tiene que volver a ser un espacio para un servicio que haga que los ciudadanos se acerquen a sa Penya», ha subrayado Rafa Triguero ante esta situación, «tenemos que dotar a nuestros barrios históricos de servicios que obliguen a los ciudadanos a volver allí». Triguero no ha aclarado si devolverá sa Pedrera a los artesanos de es Juvert. «Será un espacio municipal», ha indicado en este sentido, «ahora no lo es porque el Ayuntamiento no lo puede aprovechar».

El primer edil de Vila ha asegurado, además, que desconoce quién autorizó a las constructoras a ocupar estas instalaciones. Sin embargo, sí ha advertido de que las constructoras tendrán que devolver sa Pedrera en el estado en el que se encontraba en 2019. «Esta responsabilidad», ha añadido, «se la vamos a pedir tanto a las empresas como a las personas que autorizaron esto». Y ha concluido: «No vamos a destinar más recursos ahí. Tenemos las imágenes de cómo estaba en 2015 y queremos que vuelva a estar así. Esto es una institución pública que tiene unos procedimientos. Me preocupan determinados hechos. Para algunas cuestiones somos muy cautelosos y para otras parece que no se ha sido tanto. Entonces, hay que corregir esto», concluyó.