Lágrimas y aplausos para despedir en Ibiza a Helen Watson, la mujer que alzó la voz para luchar contra el cáncer en la isla desde que se hiciera cargo de la asociación Ibiza y Formentera Contra el Cáncer (IFCC) en 2009. Un eterno y emotivo aplauso para su recuerdo, pero también para reconocer sus años de esfuerzo y dedicación absoluta en la mejora de la calidad de vida y asistencial de los pacientes oncológicos.
Bajo esta premisa, familiares, miembros de la entidad, vecinos, pacientes de Can Misses, sanitarios y autoridades públicas han asistido este viernes por la noche al hospital de Ibiza para celebrar el acto de homenaje y despedida de Helen Watson. El ambiente mágico creado se ha llenado, como no podía ser de otra manera, del color que mejor definía su esencia: el rojo. Al cerrar los ojos, todos los presentes la recordaban con su polo rojo de la asociación, una camiseta que llevaba con mucho orgullo porque simbolizaba su compromiso en la lucha contra esta enfermedad. Y, así, poco a poco la entrada principal de Can Misses ha empezado a colmarse de gente que esperaba impaciente ver la fachada del hospital iluminada de este color como homenaje a Helen Watson.
Sin embargo, antes de llenar de luz y de magia Can Misses, el director gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Enrique Garcerán, junto al jefe de Rehabilitación Carlos Peláez, han dedicado unas palabras a «la que ha sido un ejemplo de solidaridad y responsabilidad con los pacientes en Ibiza». El emotivo discurso de Garcerán ha empezado así: «El rojo es el símbolo de la pasión, de la fuerza, de la energía y del corazón. Todo lo que ha simbolizado Helen Watson estos años al frente de la asociación Ibiza y Formentera Contra el Cáncer. También es el símbolo del amor, el que ha tenido no sólo a los pacientes de cáncer de las Pitiusas, sino a su familia y amigos».
La lucha
Un discurso que ha continuado con sus acciones determinantes en la lucha contra esta enfermedad: «El rojo simboliza la calidez, que en Helen ha sido la constante en su trato con las personas que han necesitado ayuda, significa emoción, toda la que le ha puesto para movilizar a la sociedad en la lucha contra el cáncer. El rojo es el color de la acción, y este ejemplo de solidaridad y modelo de perseverancia que es Helen, lo ha convertido en múltiples llamadas a la acción para estimular a las personas a actuar en beneficio de los demás». Sin duda, un discurso que ha recogido la esencia de Helen Watson y su valentía a la hora de renacer en fortalezas: «Pero el rojo también significa peligro y atención, y ella tenía bien reconocido ese peligro en la enfermedad a la que ha dedicado media vida de lucha incansable».
Enrique Garcerán ha finalizado la despedida señalando que este viernes se despiden de una de las referentes de la lucha contra el cáncer en la isla, una de las personas que más ha hecho por mejorar la calidad de los pacientes oncológicos de las Pitiusas, siempre con moderación y enorme sentido de la responsabilidad. «Hoy nuestro corazón está más rojo que nunca y la fachada de nuestro hospital, su hospital, también», ha finalizado el discurso.
Tras estas palabras, se ha iluminado la fachada de rojo, del color que representa a su asociación y que «siempre ha vestido Helen en símbolo de ese incansable trabajo para mejorar la vida de los pacientes oncológicos, de esa pasión que le ponía y de ese amor por todos para llevarlo adelante». Una iluminación que se mantendrá durante tres días como homenaje a Helen Watson.
Reconocimientos
Cabe recordar que esta mujer falleció el miércoles pasado por la mañana en el hospital tras una temporada ingresada en Can Misses. Tras su fallecimiento, que causó una gran conmoción en la isla, desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera quisieron recordar todos los logros conseguidos por Helen Watson desde que hace trece años se pusiera al frente de la entidad.
Entre estos reconocimientos está el primer Premio Codo con codo, por su trabajo en favor de los pacientes oncológicos de Ibiza y Formentera, las mejoras en el Hospital de Día Oncológico con la renovación total de los sillones en los que se realizan las quimioterapias, el programa de detección de cáncer de colon, los programas de humanización de la Unidad de Cuidados Paliativos y de enfermería de Hospital de día, las Jornadas Vivir sin Tabaco, las guías para pacientes de cáncer de mama, quimioterapia, ileostomías, urostomías, colostomías, traqueotomía y laringectomía, los vehículos para la Unidad de Cuidados Paliativos y un endoscopio para el hospital de Formentera que evitaba desplazamientos de los formentereses a Ibiza para la realización de colonoscopias, entre otras iniciativas.
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Una gran señora, en todas las facetas de su vida. Requiescat in pace