Los talleres de reparación de vehículos en Ibiza y Formentera continúan en una situación «muy preocupante», principalmente debido a la falta de personal. Desde la Asociación de Talleres Libres, Recambios y Afines de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera, el vicepresidente Francisco de la Cruz lamentó ayer que esa dificultad en la contratación de trabajadores «está fatal en todos los sectores», aunque el problema va a aumentar en los talleres de la isla puesto que la media de edad de los mecánicos es ahora mismo de 50 años en adelante. Por tanto, cuando estos trabajadores se jubilen, difícilmente se podrán cubrir sus plazas «porque las nuevas generaciones no quieren entrar como aprendices».

«Esto es una burbuja que va a explotar», insistió. En este sentido, de la Cruz explicó que contar con un aprendiz supone un importante coste para el taller y sale más a cuenta contratar a un oficial que puede cubrir casi todos los trabajos, mientras que las funciones del aprendiz están limitadas.

Cambio de aceite: una semana

En relación a las listas de espera, el vicepresidente reconoció que existen en todos los talleres de Ibiza «hasta para un simple cambio de aceite» e intervenciones que antes se hacían en horas, ahora hay que esperar hasta una semana, insistió de la Cruz.

También advirtió que, en reparaciones de importancia, se está optando por mandar los vehículos fuera de la isla para evitar en muchos casos que el cliente espere hasta seis meses para recuperar su turismo. «Eso es malo porque es un dinero que no se queda en la isla, pero es que no hay más opción», afirmó.

La patronal lamentó también que ahora mismo en Ibiza es imposible encontrar una nave a un precio asequible para montar un taller, por lo que los nuevos emprendedores «están desesperados».

«Esto está provocando que haya más talleres ‘pirata’, aunque no les echamos mucha cuenta porque estamos saturados de trabajo», afirmaron estos profesionales. La asociación sí alertó sobre el perjuicio medioambiental de estos negocios clandestinos ya que suelen gestionar incorrectamente los aceites y otros materiales utilizados en reparaciones mecánicas.

De la Cruz aseguró además que la situación actual ha provocado que, en relación al servicio de grúas, varias empresas ya no trabajen por las noches y sean muy pocas aquellas que cubren en Ibiza las 24 horas del día.

Desde Taller Ebusitano, Vicent Guasch reconoció que en el sector «sigue todo igual porque ya es difícil que empeore». Según recordó, en su caso trabajan principalmente en la reparación de carretillas elevadoras y en el rectificado de motores, por lo que continúan sufriendo los problemas de recambios que ya padecían meses atrás. «Las esperas dependen de la disponibilidad de las piezas, aunque los plazos no son demasiado largos en este caso. No sufrimos tantos problemas como en el tema de la mecánica», explicó también.

Al igual que otros sectores, la falta de personal sí les afecta especialmente.

En Taller Rotonda reconocieron que esas dificultades para completar plantillas no son algo exclusivo del verano, sino que lo sufren todo el año. En este negocio, si el cliente necesita una intervención en temas mecánicos, las esperas pueden rondar «entre una y dos semanas», mientras que en chapa los plazos pueden alargarse hasta las tres semanas ya que se necesita más tiempo para realizar cada trabajo y son menos las citas que se dan a diario.

Esos plazos pueden cambiar si se habla de los servicios oficiales de determinadas marcas: las esperas pueden ser de hasta seis meses. «Algunos clientes se plantean irse a la península o a Palma porque no pueden estar sin el coche», advirtieron.

En otras empresas de la isla como Talleres Jiménez, la falta de trabajadores para completar plantillas es su principal quebradero de cabeza. En comparación con el pasado año, la situación pinta todavía peor.

Cabe recordar que, con la crisis de suministros que se inició meses atrás, muchos conductores optaron por reparar turismos que antes directamente hubieran dado de baja. Por tanto, la actividad en muchos talleres de la isla aumentó de manera considerable.

La patronal reclamó también terrenos industriales donde poder realizar su trabajo puesto que «tenemos que tener los coches en las calles y a veces tenemos que repararlos allí mismo».