Imagen de una de las incidencias que ya han sido subsanadas.

Entre los días 18 de junio y 18 de agosto, el Ayuntamiento de Ibiza ha recibido a través de la Línea Verde un total de 1.497 denuncias sobre diferentes problemas de la ciudad. De estas, se han resuelto ya 433, el 28,92% de las recibidas, según han informado fuentes municipales. La gran mayoría de estas denuncias, cerca de 400, se corresponden a problemas relacionados con la falta de limpieza en las calles, las papeleras o los imbornales.

De las casi 1.500 denuncias recibidas, 143 (9,55%) están aún pendientes de ser revisadas por los técnicos. 95 de las denuncias, el 6,35%, han sido ya tramitadas. Otras 548 (36,31%) están en proceso de solucionarse. 205 denuncias (13,69%) han sido ya contestadas por el Ayuntamiento a los informantes, mientras que en 65 de ellas (4,34%) se ha comprobado que no corresponde al municipio su solución. Seis denuncias (0,40%) han sido asignadas y otras dos (0,13%) están pendientes de revisión, según los datos ofrecidos por el Consistorio a Periódico de Ibiza y Formentera.

La gran mayoría de estas denuncias se corresponden a problemas relacionados con la limpieza en la ciudad. Otras situaciones denunciadas con los ciudadanos tienen que ver con el estado de las aceras (alrededor de 200 denuncias), el de los contenedores de recogida de basuras, la movilidad, los jardines, la contaminación ambiental y la retirada de vehículos. Pero los ibicencos también han presentado en estos dos meses otras reclamaciones en la Línea Verde, que ha recibido denuncias sobre problemas del alumbrado público, del suministro de agua o de plagas de insectos y roedores. También se han recogido quejas sobre excrementos en la vía pública, semáforos, playas, parques infantiles, mobiliario urbano, barreras arquitectónicas, riesgo de desprendimiento en edificios, solares abandonados, situación de tapas y arquetas de electricidad o señales verticales y horizontales.

«Ojos y oídos»
El responsable de la Línea Verde en el Ayuntamiento, el concejal Jordi Grivé, ha explicado que este sistema de denuncias ciudadanas «ha de ser los ojos y oídos» del gobierno municipal «para saber dónde actuar, identificar los puntos más conflictivos y qué problemas tenemos». Grivé ha subrayado que uno de los principales objetivos del gobierno de Vila, que comenzó a trabajar a mediados del pasado mes de junio, es «conseguir darle la vuelta» a problemas como el de la limpieza, con el fin de «tener la ciudad que todos queremos y que nos merecemos».

Grivé ha señalado, además, que al comenzar a trabajar en el área de Medio Ambiente constataron que la Línea Verde «estaba un poco abandonada» por parte del anterior gobierno municipal. «El sistema de notificaciones y gestión era un poco caótico», ha añadido, «y hemos estado trabajando para optimizarlo y que sea lo más eficiente posible».

La Línea Verde empezó a funcionar en Vila en 2012, de la mano del edil de Medio Ambiente Joan Mayans. Los ciudadanos pueden acceder a la misma a través de la web, por teléfono o vía aplicación de móvil.