Barcos varados en la arena de la bahía de Portmany. | Arguiñe Escandón

La fuerte borrasca Betty, que azotó el domingo toda la bahía de Portmany, dejó varias embarcaciones varadas frente a la costa durante el temporal. En este sentido, el propietario de una de estas embarcaciones señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que intentó entrar el domingo por la bocana del puerto de Sant Antoni y atracar en el muelle para proteger su embarcación de la lluvia. No obstante, explicó que, desde el órgano gestor, Ports de les Illes Balears (Ports IB), le impidieron su entrada en el embarcadero porque «no había sitio disponible».

En Sant Antoni se rompió el balizamiento de todas las playas, menos de Cala Gració.
Fotos: Arguiñe Escandón.

«Les pedí de nuevo poder acceder a causa de la borrasca, puesto que en invierno guardo mi barco en este puerto, pero no fue posible», lamentó este hombre resaltando que no podía dejarlo en el mar porque el fondeo no aguanta temporales tan fuertes como el ocurrido este domingo. «Yo ya sabía lo que iba a pasar. Ellos tenían la obligación de dejarnos entrar, pero nos dijeron que no disponían de amarres libres», apuntó este propietario con indignación que, al final, tuvo que resignarse y dejar su embarcación en fondeo. Al respecto, desde Ports IB comunicaron a este medio que, efectivamente, no les pudieron dar amarre «porque estaban al completo». No obstante, apuntaron que, al ser un puerto de refugio marítimo, les permitieron a todos los navegantes acceder para fondear dentro con su ancla.

Balizamientos rotos

Sin embargo, debido a la fuerte borrasca, muchas anclas se soltaron provocando que los barcos llegaran a orillas de la costa y acabaran encallados. Esta situación, aunque no se llegó a producir encallamiento, se vivió en algunas playas de Sant Antoni, según fuentes municipales. «Los balizamientos de es Pouet, s’Arenal i Caló des Moro se rompieron por los desplazamientos de embarcaciones, que acabaron cerca de la orilla», apuntaron haciendo hincapié en que en aguas portmanyinas no quedó varado ningún barco.

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Por otra parte, el propietario de la nave atorada también lamentó que durante la borrasca Betty observó cómo otras embarcaciones, que tampoco estaban protegidas en el puerto, comenzaron a chocar entre sí con la tripulación dentro y resistiendo el oleaje a causa del viento y la lluvia. En total, más de un día lleva su barco detenido en la costa de la bahía de Portmany. Un percance que no fue el único porque, según otro propietario, se llegó a contabilizar ayer cinco embarcaciones varadas alejadas del puerto, en el término de Sant Josep. Entre ellas, dos veleros, una embarcación semirrígida más grande, una moto de agua y un barco pequeño. Para retirarlas será necesaria también la intervención de los servicios de salvamento.

No es de extrañar que los dueños de estas naves quisieran solucionar lo antes posible esta situación. «Estoy llamando a la Policía Local para que vengan mañana – refiriéndose a hoy- a retirarlo», explicó el dueño del barco encallado mientras indicaba que lo primero que hizo ayer fue notificar a los agentes su identidad y su licencia de navegación. Tras esta llamada, retiró todos los materiales contaminantes de su embarcación y llamó de nuevo para notificarlo. «Los afectados estamos haciendo las gestiones pertinentes para que lleguen los efectivos y retiren los barcos del agua con una grúa y un remolque», indicó haciendo hincapié en que estas labores de recuperación suelen durar un día entero, como mucho dos.

En este sentido, otro propietario apuntó que estos afectados quitaron también los mástiles de sus barcos para dejarlo todo «bien preparado» ante la llegada del camión grúa a la costa de la bahía de Portmany. Cabe recordar que no sólo en aguas de Ibiza quedaron barcos varados a causa de la borrasca, puesto que dentro del parque Natural de ses Salines de Formentera también quedó una embarcación encallada a causa de las lluvias.