El alcalde Marcos Serra y la concejala Neus Mateu, este jueves, en la reunión con los vecinos de es Fornàs y Sant Rafel. | Moisés Copa

Las graves molestias que una conocida discoteca de la isla causa a vecinos del municipio de Sant Antoni podrían estar cerca de terminar, según ha asegurado este jueves a estos residentes el alcalde Marcos Serra.

El Ayuntamiento de Portmany acogió este jueves una esperada reunión entre miembros del equipo de gobierno y vecinos de la zona de Es Fornàs y de otros puntos de Sant Rafel. «Lo que les dijimos es que no hay una actuación lo suficientemente contundente contra este local, visto que muchas personas sufren molestias y no sólo acústicas sino también lumínicas», ha explicado tras el encuentro Pere Juan, desde la Asociación de Vecinos de la Venda de Es Fornàs.

Según relató, estos últimos veranos es habitual ver botellones en las inmediaciones de la discoteca; algunos vecinos deben incluso medicarse para poder dormir y no son pocos los conductores que, posiblemente bajo la influencia del alcohol o las drogas, circulan por los caminos de Es Fornàs para evitar controles policiales, pudiendo poner en riesgo a los residentes en la zona.

Desde el Consistorio han explicado este jueves que fue el verano pasado cuando comenzaron a recibir denuncias por estas desagradables incidencias, impulsando de inmediato en 2022 distintas actuaciones como la eliminación de grandes carteles luminosos de la discoteca.

Desde Sant Antoni han manifestado que «va a haber un antes y un después» de la reunión celebrada este jueves , conscientes de la importancia de actuar contra los efectos negativos que supone la actividad del local. «A nivel personal he visto que el Ayuntamiento tenía bastantes ganas de solucionar el tema. Hemos visto ánimos de solventar estos problemas, lo cual parece un milagro porque hace muchos años que los vecinos sufren estas situaciones», ha reiterado Juan.

Los vecinos recordaron que el local de ocio no ha llevado a cabo en todo este tiempo ninguna mejora efectiva para evitar la contaminación acústica que provoca, aunque sí ha realizado cambios en otros aspectos como la estética. «No se han preocupado de insonorizar bien la discoteca. Han ido haciendo apaños», han insistido los vecinos, recordando que la solución definitiva al problema es una buena insonorización.

Desde Sant Antoni les aseguraron que, en cuanto la discoteca presente un proyecto en este sentido, el expediente tendrá carácter urgente para agilizar los trabajos y que todo esté solventado de cara a la próxima temporada. Según los vecinos, el Consistorio también se comprometió a dirigirse a los responsables de la discoteca para solicitarles actuaciones de mejora.