Una imagen del festival. | Moisés Copa

Quedan unos minutos para que comience el acto y los artistas protagonistas aseguran no tener nada claro qué es lo que van a pintar o a interpretar al piano. Esta combinación de pintura y música va a poner el broche final al Festival de Poesía de la Lluna de Juny, que durante cuatro días ha llenado de arte y magia diferentes rincones de la isla de Ibiza.

El pianista Santi Pérez reconoce que él va a servir de inspiración a «estos dos genios», refiriéndose al pintor Jesús de Miguel y a la calígrafa María Vila. Sobre una lona de unos 10 metros, ambos irán plasmando con sus pinceles lo que Pérez les transmita con sus notas.

«Voy a improvisar con la mayor libertad del planeta. Voy a tocar lo que me inspire ese momento. El estilo no es jazz, no es clásico, pero es todo a la vez», insiste el pianista.

El músico recuerda que ya el año pasado colaboró con María Vila, que sólo tiene claro antes de comenzar que escribirá en japonés la palabra ‘Paz’ porque «es fundamental para mí». También escribirá un fragmento de un poema de Carles Fabregat que versa sobre el amor.

María tampoco sabe si usará algún color además de la tinta china que ha preparado. De Miguel dice que utilizará «lo que haya». El pintor también asegura que, al conducir un vehículo, a la fuerza debe seguir una trayectoria y una dirección, algo que no va a hacer en absoluto a la hora de pintar sobre este lienzo, estirado en el suelo frente a Ebusus Sociedad Cultural.

El acto finaliza con los tres artistas al piano, aunque los pintores «no sabemos de música, pero esa es la gracia», comentan divertidos.

Fabregat ya anuncia que este gran lienzo «se va a guardar como patrimonio del festival».
También aprovecha para hacer balance de este evento poético, que «ha ido muy bien», según asegura.
Mientras muchos desayunan o toman un aperitivo en Vara de Rey, la poesía cobra vida en el céntrico paseo a través de la música y la pintura.