Anna Torres, en el centro, ayer en el Consell d’Eivissa | Toni Planells

La directora general de Medi Natural y Gestió Forestal del Govern Balear, Anna Torres, fue la encargada este viernes de presentar las próximas actuaciones previstas en cuanto al control de la plaga de Thaumetopoea pityocampa, más conocida como procesionaria del pino, en Ibiza, «una plaga que está afectando al hábitat de los pinares pitiusos».
Las novedades que se presentaron giran en torno a la ampliación de un 20% del territorio que se prevé tratar, «debido a que hemos detectado que la plaga está aumentando en el norte Ibiza, pasamos de las 6.000 hectáreas con las que se actuó durante la anterior campaña a las 7.200 Ha en las que se prevé actuar en esta».
Tal como explica la directora general, «se prevé que la plaga se expanda hacia el sur de la isla» y los motivos a los que apunta Torres giran en torno al «crecimiento exponencial de estos insectos, así como a la falta de depredadores naturales».

Optimismo
Sin embargo, la directora general se mostraba optimista respecto a la plaga. «Estamos en un punto en el que todavía creemos que podemos controlarla, haciendo esta lucha integral». Una lucha integral que Torres explicó que consiste en «tratar los distintos estadios de la plaga, desde su fase de oruga, como la de mariposa como en la puesta de huevos», dijo.
Esta lucha que tiene lugar en el noreste de la Ibiza y en una parte de Formentera, se atacará por vía aérea, «tanto con aviones como con helicópteros» que fumigarán las zonas afectadas con «un tratamiento biológico con bacilo (Bacillus thuringensis de la variedad Kurstaki) totalmente inocuo que se ha usado en otras campañas».
Esta campaña se implementará una novedad en la lucha contra la procesionaria que, tal como explica Torres, consiste en «el uso de unos paratiroides que afectan a las puestas». La prueba con estos pequeños insectos tendrá lugar en la isla de Formentera y «según sus resultados estudiaremos ampliar su uso a las demás islas».
La importancia de controlar este insecto repercute más allá de lo medioambiental, «llegando a provocar la muerte de los pinares» ya que, tal como recuerda la directora general, «crea alergias tanto a mascotas como a humanos y los pelos de las orugas son muy urticantes, algo que no es muy conocido como debería y que supone un peligro para las personas, sobre todo en su etapa larvaria». Para evitar los no pocos episodios en los que diferentes personas han necesitado asistencia médica, la Conselleria de Medi Ambient del Govern ha publicado folletos en diferentes idiomas para prevenir futuras incidencias.

Año de detección
La presencia de este insecto en Ibiza se remonta a 1975 cuando se introdujo «supuestamente a través de plantas ornamentales», tal como explica Torres que recuerda que «como suele suceder con las especies invasoras en espacios insulares, no encuentran depredadores que controlen su expansión y pueden convertirse en plaga muy fácilmente».

Serpientes
Uno de los depredadores más importantes de la Thaumetopoea pityocampa, es la sargantana, un factor que Torres reconoce que «es probable que la disminución de sargantanes por la llegada de las serpientes sea un factor a tener en cuenta a la hora de estudiar el aumento de la plaga, al igual que el aumento de la temperatura».
En este sentido, la directora general reconoce que «otra de las grandes plagas que se está sufriendo en Ibiza es la de las serpientes» que tienen en jaque a la sargantana ibicenca. En cuanto a las medidas para atajar esta plaga, Torres explica que «se está ejecutando desde hace años un control periódico a través del COFIB que consiste en la captura y eliminación de serpientes» sin dejar de reconocer que «erradicar una especie invasora como la serpiente, que ya ha logrado integrarse, es realmente complejo y complicado».

En cuanto al foco de entrada de los ofidios, Torres apunta a «la entrada de olivos ornamentales procedentes de la Península». Sobre este punto la directora general recuerda que «el año pasado se aprobó un decreto que regula la entrada de estos olivos durante la época del año en la que las serpientes pueden estar invernando en los troncos». «Como la entrada de estos árboles son necesariamente por el puerto, su control está siendo relativamente sencillo», reconoce Torres.