Imagen de archivo de las instalaciones del Club Náutico de Ibiza.

El Club Náutico de Ibiza (CNI) está a la espera de que la nueva dirección de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) dé una «solución definitiva» al problema de seguridad creado en el puerto por la decisión de este organismo público de derribar el muro que servía de dique a esta entidad. El director gerente del CNI, Vicente Canals, ha explicado, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, que el club ya presentó alegaciones al plan de contingencia que la propia APB forzó a implantar tras obligar en 2020 al derribo del dique. Un plan que, aunque ya se está aplicando, no ha sido aprobado definitivamente y que, según el CNI, «sigue poniendo en riesgo a las embarcaciones, a los patrones y al propio club».

«Un puerto», ha recordado Vicente Canals, «es una zona de abrigo donde un barco está seguro y aquí eso no pasa». En 2020, la APB decidió que había que demoler el dique que hasta entonces mitigaba la agitación de las aguas en esta zona del puerto de Ibiza y colocar en su lugar pantalanes flotantes. Una obra que tuvo que acometer el CNI porque así se indicaba en el pliego de condiciones a través del cual logró una autorización temporal para mantener la gestión de la entidad. En marzo de 2021, un temporal de larga duración demostró que la decisión de la APB no solo no incrementaba la seguridad de las embarcaciones y sus usuarios sino que, además, había agravado la situación.

Es entonces cuando la APB incluye en un nuevo pliego de condiciones para otra autorización temporal la necesidad de que el Club Náutico cuente con un plan de contingencia que, básicamente, consiste en reservar 100 atraques en Marina Botafoc y otras ubicaciones aún no fijadas para trasladar allí los barcos en caso de temporal.

Este plan de contingencia fue duramente criticado días atrás por la Asociación de Industrias y Servicios Náuticos de Ibiza y Formentera, integrada en la Pimeef, por considerar que perjudica especialmente al sector. Y es que el mismo les obliga a sacar de Marina Botafoc «ni más ni menos que 100 barcos imprescindibles para el ejercicio» de su actividad económica en fechas en las que estas empresas aún podrían funcionar a pleno rendimiento. El plan establece que esta reserva de atraques va del 1 de octubre al 31 de mayo, fechas en las que los miembros de esta patronal deben sacar de Marina Botafoc sus embarcaciones para que los usuarios del Club Náutico puedan atracar las suyas en caso de mal tiempo.

«Nosotros entendemos al sector náutico», ha asegurado Vicente Canals, «pero este es un problema que ha creado la Autoridad Portuaria, no el Club Náutico. Y ha de ser la Autoridad Portuaria la que lo resuelva». El plan de contingencia, según ha explicado el director gerente del CNI, obliga al club a tener a varios profesionales vigilando a diario las condiciones meteorológicas. Cuando estas son adversas, han de avisar a Canals, quien, a su vez, debe alertar a la APB y esta es la que ha de autorizar el traslado de las embarcaciones del CNI a Marina Botafoc. El documento, además, contempla tres niveles diferentes de embarcaciones por su ubicación en el CNI. «Hay que avisar a los patrones, que no siempre están en Ibiza», ha explicado el director gerente del club, «es un proceso muy complicado y, si tienes que mover las 100 embarcaciones, es una barbaridad».

Canals considera que el plan de contingencia debería durar «el mínimo tiempo posible» porque «hace falta una solución definitiva y es la APB la que tiene que darla». Por ello, además de esperar una respuesta a sus alegaciones, el CNI ha solicitado también una reunión con la nueva dirección de la Autoridad Portuaria con el fin de poder poner sobre la mesa este problema.