Cerca de un metro. Eso es lo que se calcula que la borrasca Aline ha hecho subir el nivel del mar en Ibiza este viernes. Una crecida excepcional que está afectando especialmente a los residentes de ses Feixes des Prat de ses Monges, en Talamanca, donde el agua del mar ha entrado de forma estrepitosa, causando daños tanto a las propiedades como a los cultivos que aún existen en la zona. Así lo ha explicado la presidenta de la Asociación de Vecinos de Talamanca, Ana Lledó, que ha mostrado su preocupación porque, en el momento de escribir esta noticia, el agua no había dejado de subir. «No sabemos qué hacer», ha lamentado, «estamos desesperados».

La inundación en este barrio de Vila comenzó en la tarde del jueves, con la aparición de algunos espacios cubiertos de agua y heces que los vecinos achacaron a algún problema con la depuradora o el tanque de tormentas. Y es que es habitual que ambas instalaciones viertan sobre ses Feixes sus excesos, provocando graves problemas. Sin embargo, tanto Aqualia como Abaqua comprobaron y confirmaron que, en esta ocasión, las inundaciones nada tenían que ver con estas infraestructuras. En los últimos meses ya había sucedido en alguna ocasión que ses Feixes se inundaran sin explicación y la Concejalía de Medio Ambiente de Ibiza estaba investigando de dónde procedían los vertidos. Ahora todo indica que ha sido la subida del nivel del mar la que ha llevado a una situación de desesperación a los residentes en la zona.

Ana Lledó ha denunciando que una compuerta que conecta los canales de ses Feixes con el mar ha permanecido abierta durante largo tiempo. De ahí que, en su opinión, esto haya facilitado la llegada de agua marina a ses Feixes. «Hay que cerrar es compuerta a toda costa», ha exigido Lledó, «es una compuerta que está hecha precisamente para que, cuando hay tormentas, no pueda llegar el agua del mar. Además, necesitamos camiones de arena para que no siga entrando el agua. Estamos al límite. Tienen que cerrar la compuerta como sea».

Para los vecinos de ses Feixes la preocupación ha ido in crescendo a medida que pasaba la tarde y a pesar de la visita del concejal de Medio Ambiente de Ibiza, Jordi Grivé. «Necesitamos ayuda», ha insistido Ana Lledó.

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La subida del mar se ha notado también en otros puntos de la ciudad como Marina Botafoc o el Club Náutico de Ibiza, donde el agua se ha adueñado del muelle principal y de la rampa de la Escuela de Vela de la entidad. El gerente del club, Vicente Canals, ha asegurado que «nunca se había visto nada igual hasta ahora». «La pleamar ha sido mucho más alta habitual», ha explicado a Periódico de Ibiza y Formentera, «los viejos del lugar dicen que esto no lo habían visto nunca». Canals ha admitido, no obstante, que ni instalaciones ni embarcaciones se han visto especialmente afectadas por esta subida: «La verdad es que no nos ha hecho daño. Los temporales que realmente nos afectan a nosotros son los de levante y sureste. Con esos sí que dejamos de dormir desde que la Autoridad Portuaria de Baleares nos obligó a tirar el dique de hormigón hace dos años. Por eso estamos pidiendo una solución definitiva, porque ya estamos viendo que la agitación en el interior de las aguas del puerto es grande».

Canals ha explicado que lo que ha sucedido en las últimas horas tanto en el Club Náutico como en Marina Botafoc «no es para nada normal». «Esto es algo que no se había visto hasta ahora», ha abundado, «y la verdad es que es algo que ni un dique de contención podría solucionar».

Expertos como el biólogo marino Manu San Félix han explicado en declaraciones a este periódico que estas subidas del mar pueden parecer excepcionales pero que, «en realidad, son normales en situaciones de borrasca fuerte como la que hay ahora». San Félix ha señalado que, en estos casos, el mar puede subir en Ibiza «entre 30 y 40 centímetros». Sin embargo, no ha descartado que la subida haya sido superior porque, ha recordado, «la naturaleza no tiene límites estables». «Esto es un hecho muy puntual», ha afirmado, «aunque todos sabemos que, a nivel mundial, el nivel del mar va creciendo por el cambio climático. Pero lo que está subiendo ahora en Ibiza realmente tiene que ver con una borrasca muy potente, con vientos muy fuertes».

San Félix ha recordado que, según un mapa de la época fenicia, las zonas que se han visto afectadas por esta subida del mar estaban cubiertas de agua. «La tierra ha ido ganando terreno al mar», ha añadido, «y, a veces, muy puntualmente, el mar recupera un poco de este terreno». Algo que se puede ver habitualmente en zonas como Illetes, es Freus o es pas d’en Adolf, «con playas que aparecen y desaparecen». «Queremos que todo sea estable», ha concluido el experto, «pero no es así. Los límites de la naturaleza siempre varían y, a lo mejor, cada 50 u 80 años puede pasar que el nivel del mar suba más de lo esperado».