La espectacular mansión ubicada en caló d’en Real del empresario Pierre Konrad Dadak.

Pierre Konrad Dadak, más conocido como el empresario de la guerra por sus negocios armamentísticos, ha denunciado a su expareja por, presuntamente, haber ocupado la villa que tiene en el municipio de Sant Josep. Se trata de una espectacular mansión ubicada en caló d’en Real que el empresario francopolaco utiliza como domicilio habitual pero que alquila turísticamente algunas semanas al año, según han explicado a Periódico de Ibiza y Formentera fuentes cercanas a Dadak.

Los hechos se remontan a finales de junio cuando, según las mismas fuentes, la agencia que se encarga de comercializar la villa alquiló esta a una persona para una semana. Transcurrido este tiempo, cuando el personal de la agencia fue a recoger las llaves se encontró con que dentro de la casa estaban la expareja de Dadak y su hermana, que informaron a la agencia de que no iban a abandonar la vivienda. El empresario, según las mismas fuentes, dejó pasar unas semanas «para ver si se arreglaban las cosas» y, ante la imposibilidad de que abandonara la mansión, presentó una denuncia por los presuntos delitos de allanamiento de morada y coacciones el día 29 de julio. «Es que es su domicilio habitual», han explicado personas que conocen el caso, «allí están todas sus cosas, hay obras de arte de mucho valor… es su casa». La denuncia está siendo tramitada por el juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza.

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No es la primera vez que la expareja de Dadak actúa de esta manera. Ambos rompieron su relación «hace siete años» y el empresario «tiene una nueva pareja con la que tiene ahora un bebé de solo dos meses», han señalado las fuentes consultadas por este rotativo. Poco después de la ruptura, y según la versión del entorno de Dadak, Dirgina decidió también ocupar la casa de caló d’en Real esgrimiendo el argumento de que era suya. «Pero eso no es así», han relatado las mismas fuentes, «es más, Dadak estuvo un año y medio en prisión provisional por un supuesto blanqueo de capitales que tenía que ver con la compra de la casa. Está claro que la adquirió él». A pesar de todo, la expareja de Dadak aceptó en aquel momento abandonar la villa y no fue necesario denunciarla para ello.

Ahora, además de la denuncia interpuesta por el empresario, hay una segunda presentada por su madre, que intentó «intermediar para ver si lograba que dejaran la casa». No solo no lo consiguió sino que, además, «tuvo que denunciarla ante la Guardia Civil de Ibiza por los presuntos delitos de coacciones y amenazas».

«Dadak», han concluido las mismas fuentes, «no ha tenido más remedio que denunciar a su expareja. Además, en los últimos años ha tenido que emprender contra ella y contra su hermana otras acciones judiciales por cuestiones muy personales. Ahora lo que quiere es poder recuperar su casa».