Los aficionados a buscar setas en Ibiza y Formentera están desesperados. En pleno mes de noviembre, la falta de lluvias ha causado que en los bosques pitiusos no pueda encontrarse ni un solo ejemplar y aunque en teoría la temporada debería haber comenzado hace semanas, en la práctica la realidad es bien distinta. El motivo es que las pocas precipitaciones que se han registrado últimamente en las Pitiusas han sido muy irregulares, según asegura el micólogo Jaume Espinosa.

«Tenemos esperanzas de que se registre alguna precipitación buena hacia finales de mes. Normalmente, las setas no suelen fallar, aunque hay años más buenos y otros que no lo son tanto. Este otoño no ha llovido nada», lamenta.

Por tanto, los expertos están a expensas de que se dé la humedad necesaria para que pueda fructificar toda la flora micológica de la temporada. Curiosamente, el pasado mes de septiembre las condiciones de humedad y el clima provocaron que en determinadas zonas de Ibiza sí pudieran recogerse ejemplares de determinadas especies, aunque la alegría duró más bien poco entre los aficionados de las islas.

«Tras más de 20 años en Ibiza, nunca he visto que no hubiera setas. Siempre ha habido. El próximo mes de diciembre es el que marcará la temporada», alertó Espinosa.

Hasta primavera

Esta situación no sólo se ha registrado en las Pitiusas. Sin ir más lejos, en Mallorca sí han podido recogerse este año algunas setas puesto que ha llovido más, aunque no ha habido tantos ejemplares como en temporadas anteriores. También en el Levante peninsular el otoño está siendo irregular en este sentido.

Tras estos meses extremadamente insólitos para los buscadores de setas, Espinosa no ha descartado que la recogida pueda extenderse después hasta bien entrada la primavera. «Recuerdo un año que llovió tanto a finales de mayo, que la gente pudo encontrar setas en junio. Ya no sólo es el cambio climático sino que el clima de las Pitiusas es muy irregular y cada año es como una lotería», explica. Sobre la afición a la micología en la isla de Ibiza, Espinosa considera que «va según las modas», aunque «a la gente, que es curiosa, le gusta salir al campo».

Muy consciente de lo peligroso que puede ser consumir algunos ejemplares, el experto recomienda no comer ninguna seta que no se conozca bien, evitando fiarse de fotografías o informaciones que pueden encontrarse en Internet y que pueden ser erróneas. «En Ibiza hay setas mortales», advierte el experto.

Los consejos

El conocido micólogo recuerda la importancia de ir a buscar setas a zonas de Ibiza o Formentera donde se tenga permiso. El 99% del territorio insular es privado, de ahí que deba pedirse autorización. «También hay que saber perfectamente qué se va a buscar y no coger cosas que no se conozcan, evitando dañar el bosque y la flora. Hay que respetarlo siempre», recomienda.

Transportar las setas recogidas en una cesta de mimbre para que las esporas caigan de nuevo sobre la tierra es otro de los consejos del experto micólogo.

Espinosa tiene claro que ahora mismo el precio de las setas estará «disparado», aunque «si de repente empieza a llover y salen por todas partes, el precio bajará», algo que ya ha sucedido en años anteriores. De hecho, según ha podido comprobar, algunos níscalos peninsulares pueden encontrarse estos días en puntos de venta en la isla de Ibiza a precios bastante elevados.

Dedicado a la micología desde hace más de 30 años, Espinosa insiste en que un 25% de las especies que se encuentran en Ibiza pueden considerarse tóxicas, aunque ello no significa que todas sean mortales. Entre un 1 y un 5% de las setas de Ibiza sí podrían causar la muerte.

Lo cierto es que la conocida como‘gírgola d’ olivera ha provocado ya numerosas intoxicaciones en Ibiza, causando problemas intestinales, vómitos y otros dolores, aunque esta seta no suele ser mortal. Su parecido con el rossinyol puede llevar a la confusión a buscadores poco experimentados, advierte Espinosa.