La avenida Ignasi Wallis fue el escenario este domingo de la vuelta de una de las carreras más populares que se ha hecho esperar 24 años tras su última edición. Varios centenares de corredores de todas las edades participaron en la XIII edición de la carrera que organiza el colegio Sa Real.

Varios cientos de participantes calentaban minutos antes del pistoletazo de salida, a las 10.00 horas, en uno de los extremos del paseo Vara de Rey. El encargado de animar a los corredores de todas las edades antes de la salida fue el payaso Cachirulo, que dirigió una desternillante sesión de calentamiento en la misma línea de salida.

El recorrido de la carrera, atravesando los 800 metros de la avenida Ignasi Wallis, terminó en el mismo colegio Sa Real, donde toda una serie de juegos infantiles esperaban a los participantes para continuar una jornada festiva en las instalaciones de Sa Real. En la carrera, participaron personas de todas las edades. Entre la multitud de corredores, encabezada por los más inquietos alevines, se pudieron distinguir bebés en sus carritos, pero también abuelos con o sin sus nietos. Familias completas que corrían sujetos de las manos, pequeños cabalgando a hombros de sus padres y grupos de madres que corrían y reían entre selfie y selfie abarrotaron Ignasi Wallis durante no más de los 30 minutos que pudieron tardar los más pacientes.

Juan Antonio Cuesta es el director de Sa Real y no quiso perderse el evento. Mientras calentaba minutos antes de la salida explicaba que «la carrera ha sido una iniciativa de la Apima; muchos de los padres son exalumnos y han querido recuperar esta carrera entre otras actividades que se hacían antes». «Desde el centro acogimos la idea y de la mano con la Apima hemos conseguido retomar esta carrera 24 años después», concluía con orgullo el director del centro.

Evaristo Ribas es exalumno, padre de alumno y profesor del centro. Ribas acudió a la carrera con una camiseta de la última edición, celebrada en 1999. Por si la calidad de reliquia de la camiseta que portaba Evaristo no fuera suficiente, el ex alumno de Juan XXIII portaba también, a modo de camiseta interior, la camiseta del equipo de básquet que lucía a principios de los años 90. «Siento mucha alegría de que se vuelva a hacer esta carrera después de tantos años», expresaba Ribas, quien ya había participado en antiguas ediciones y que no dudaba a la hora de sentenciar que «este tipo de eventos ‘hacen colegio’, unen mucho entre la gente».