PALMA. POLITICA AUTONOMICA. Primera demostración de fuerza de PP y Vox en un acto más burocrático que político. El diputado de sa Unió, Llorenç Córdoba, muestra el acta. MAS FOTOS EN LA CARPETA DEL 12-06-2023 | Jaume Morey

L a inmensa mayoría de trabajadores, si se les pregunta por su nivel de satisfacción salarial, responderá que cobra poco. Y la inmensa mayoría de ellos, no cobra ni de lejos los casi 90.000 euros brutos anuales que se embolsa Llorenç Córdoba, el diputado autonómico y presidente del Consell de Formentera, que protagoniza uno de los episodios políticos más patéticos, vergonzosos y lamentables de los que se han sucedido en Baleares en los últimos años, lo que ya es decir.
Si le preguntamos a la inmensa mayoría de trabajadores de este país, públicos y privados, responderán que su sueldo les parece mejorable y que consideran que deberían estar mejor pagados, dadas las horas realizadas, la enorme responsabilidad asumida, etc. Eso es lógico y no le sucede únicamente a Llorenç Córdoba. Pero no le sucede a todo el mundo que acuciado por una situación económica ruinosa, por una sucesión de catastróficas inversiones en bolsa, que le lleva a traspasar su clínica veterinaria, pasando olímpicamente de aquellos que le auparon a la privilegiada posición que ahora tan indignamente ocupa, se va a Palma a pedir un sobresueldo de los «fondos reservados». Y al no lograr su propósito salarial, amenaza con dejar al Govern de Marga Prohens a merced de Vox.
Naturalmente, eso no es algo que se pueda explicar abiertamente, porque sería un auténtico escándalo y dejaría, de confirmarse lo que parece, en muy mal papel a quien ahora se envuelve en la bandera del «pueblo soberano de Formentera», que es lo que acostumbran a hacer los pillos a quienes el pueblo les importa cuatrocientos cajones de pimientos..

Lobo solitario

Toda la verborrea que el diputado que, dado que cobra tan poco, ahora opta por ni ir a trabajar al Parlament, soltó el martes sobre el deslinde de costas, acusando a Marga Prohens de haberle engañado prometiéndole que aprobaría un deslinde propio para Formentera, es sólo un nuevo giro de guión para justificar que se haya atornillado al cargo pese a haber perdido todos los apoyos que tenía.
El mariscal se nos presenta como un cordero degollado, la víctima de un «ataque despiadado» tras descubrir la mentira de Prohens, que se habría desatado para hacerle «callar». Mucho ha tardado en fabricar la enésima zarandaja infumable con que justificar lo injustificable. ¿Estas son las razones que dijo guardarse para sí en aquel crítico y misterioso comunicado donde dijo plantearse dejar de dar apoyo al Govern?
¿Por qué no lo dijo entonces? ¿Por qué no lo explicó en su discurso del Día de la Constitución? Porque son mentiras que se le han ido ocurriendo conforme su posición se ha ido deteriorando. Porque de haber sido el engaño del PP en el asunto del deslinde, tan combativo y tan honesto como es, tan fiel al pueblo de Formentera, no lo hubiese ocultado dos semanas como ha hecho.
Córdoba miente más que habla y su palabra ya no vale nada. Pero ahí sigue, remachado al asiento de presidente del Consell, para cobrar un mes más su abultada nómina de más de 5.000 euros que no le permite llegar a fin de mes. Y eso sin ir a trabajar.

A la izquierda

A la espera de que se conozcan los términos concretos con que Llorenç Córdoba creyó poder ver mejorado su salario, algo que toda la ciudadanía tienen derecho a conocer por más que el diga que las grabaciones son ilegales, qué va a decir él, la izquierda formenterense (GxF y PSOE) se resisten a negociar con el PP una moción de censura para echar al mariscal a trompazos, que es lo que se merece y lo que cualquier ciudadano honrado y decente, espera.
Primero exigieron pruebas de las acusaciones contra Córdoba, pero ahora no las quieren oír y le reclaman al protagonista de este estrambote deleznable que cese a Alcaraz y Castelló, algo que sabe perfectamente que no solucionará nada, sino todo lo contrario; lo que pone sobre la mesa que la izquierda ha decidido dejar que la situación vaya a peor y la derecha se cueza en su propia salsa de la inestabilidad. Pero tan irresponsable actuación les puede acabar arrastrando a ellos, porque el Consell de Formentera con el mariscal al frente, es ingobernable. Y por ahora, GxF y PSOE no hacen nada para que lo pueda ser algún día. Quizás si le dan ellos un sobresueldo, la cosa mejore. Pero mejor que no sea en criptomonedas.