La nueva Ley de Bienestar Animal obliga a las administraciones a velar por el estado en el que se encuentran los animales que viven en los núcleos urbanos. Y esto va más allá de las mascotas habituales. En el caso de la ciudad de Ibiza, en los últimos tiempos se han hecho conocidos gallos y gallinas que campan por las calles libremente y cuidados, en general, por ciudadanos anónimos. Pero ahora el Consistorio ha de ir más allá y, según ha explicado a Periódico de Ibiza y Formentera el concejal de Protección Animal, Manu Jiménez, deberá analizar el estado de salud en el que se encuentran estos ya animales urbanos y decidir cuál será su futuro.

El Consistorio llevará a cabo esta tarea con la Clínica San Jorge, que es la adjudicataria del servicio de veterinaria del Centro de Protección Animal de sa Coma. Así, según ha señalado Jiménez, el primer paso será «capturar a todas las gallinas y los gallos que están por la ciudad». Una vez que lo consigan, los veterinarios analizarán en qué estado de salud se encuentran. «Si están en malas condiciones», ha añadido el responsable municipal de Protección Animal, «el Ayuntamiento se hará cargo de ellos. Si no, habrá que estudiar qué hacemos».

El más conocido de estos animales es el gallo de la rotonda de Juan XXIII, que hace las delicias de todos los que por allí pasan y que come y bebe gracias a ciudadanos que le cuidan. «Está perfecto», ha asegurado el edil sobre este animal. Más preocupa el estado de otro gallo que pasea por el barrio de la Marina, pues «está desplumado» y todo indica que podría tratarse de un gallo de pelea. En Can Misses tienen también una gallina que pasea por el barrio y hay otra más en es Soto, según los animales localizados hasta ahora por el Consistorio. Pero hay otros. Por ejemplo, en el entorno del Club Náutico de Vila es habitual ver a un gallo paseando y cruzando la avenida de Santa Eulària sin ninguna preocupación.

Este estudio sobre el estado de salud de estos animales se extenderá también a los patos del estanque del Parque de la Paz. Según ha explicado Manu Jiménez, el Ayuntamiento «no es responsable de estos patos». Es más, ni siquiera se encarga de reponerlos cuando alguno desaparece. «Hay alguien que se hace cargo de poner allí patos», ha añadido el edil. «El Ayuntamiento tiene que velar ahora por su bienestar y estamos estudiando cómo capturarlos», ha señalado Jiménez al respecto, «porque tenemos que ver en qué condiciones están». En ningún momento el Ayuntamiento se ha planteado sacar de allí a unos animales que se han convertido en parte del entorno del parque. «Si los patos están en buen estado», ha concluido el edil,«se quedarán en el parque porque están allí mucho mejor que en sa Coma».