Joan Torres Marí es el director de Cáritas en Ibiza desde julio de 2022 | Irene Arango - IA

A pesar de las buenas cifras turísticas y de empleo, la actividad de Cáritas Diocesana no ha dejado de crecer desde la pandemia. De hecho, la ONG de la Iglesia católica ofrece alimentos a 160 familias cada semana en Ibiza. Así lo apuntó ayer su director, Joan Torres Marí, en el programa Bona nit Pitiüses de la Televisió d’Eivissa i Formentera (TEF).

Torres explicó que en los últimos años el perfil de las personas que acuden a buscar ayuda a Cáritas ha cambiado. «Antes eran personas pobres, mientras que ahora nos piden ayuda familias que no llegan a final de mes pese a tener un trabajo», explicó el director de Cáritas, quien vinculó esta situación con unos salarios que no compensan el incremento de la inflación ya la dificultad para encontrar una vivienda a precio asequible en la isla.

Financiación

Joan Torres valoró positivamente los «cambios profundos» después de la llamada de auxilio que él mismo realizó hace un año, en la que señaló que Cáritas preveía un déficit de 400.000 euros en 2023 si no llegaba más ayuda de la sociedad ibicenca, de los empresarios y de las instituciones públicas. El director de Cáritas explicó que se está trabajando en cambiar la forma de financiación que se ha llevado a cabo hasta ahora con los ayuntamientos y el Consell. «Se cambiarán las subvenciones que recibíamos por contratos o convenios, lo que nos permitirá llevar una gestión ordinaria con más tranquilidad. Nuestra entidad no tiene que tener beneficios, pero el problema es que tampoco tenemos ingresos», destacó Joan Torres.
El director de Cáritas también explicó «la actitud más positiva» en la sociedad y las empresas ibicencas, donde la solidaridad ya forma parte de sus planes sociales de cada año. «Para mí es una gran tranquilidad», añadió Torres. En este sentido, el director de Cáritas destacó la ayuda de 200.000 euros que recibió la ONG por parte de Ushuaïa y que sirvió para enjuagar el déficit del año 2022.
Joan Torres aprovechó su presencia en el programa de la TEF para explicar la labor de Cáritas en Ibiza, que se divide en tres grandes áreas: asistencial, socioeducativa y sociolaboral. «Yo cuando llegué a Cáritas pensaba que sólo repartían alimentos y ropa», admitió Joan Torres ayer.
En el área asistencial, dos trabajadoras sociales atienden a las personas que acuden a Cáritas en busca de ayuda. En el centro de día de la entidad, se dan desayunos y comidas todos los días del año, incluidos estos días de fiestas navideñas, en los que el menú será especial, señaló el director de Cáritas.

Joan Torres también destacó que Cáritas dispone de un piso para casos de emergencia y otro que está a punto de entrar en servicio que servirá para que reclusos tengan donde pasar sus permisos penitenciarios.

En cuanto a la labor socioeducativa de Cáritas, su director apuntó el trabajo que se realiza desde el centro Betania, situado en Cas Serres, donde se ofrecen oportunidades de desarrollo personal a niños, jóvenes y familias inmigrantes para mejorar su integración y participación en la vida comunitaria del barrio y reducir la marginalidad y delincuencia.
Otro de los centros en los que Cáritas ofrece su ayuda a los más necesitados es la finca Can Pep Xico, en Sant Rafel, donde se llevan a cabo de talleres de agricultura para jóvenes en situación de exclusión social «a los que enseñamos a defenderse en este mundo, que no es fácil», señaló Torres.
El director de Cáritas también explicó que en 2022 «dimos trabajo a 80 personas. Tenemos bolsa de trabajo y un programa de empleo con acuerdos con empresa. Nuestra idea es centralizar en Can Pep Xico todo el área laboral».

Reparto alimentos

Joan Torres también mostró su preocupación por el cambio de modelo previsto por el Gobierno en el reparto de la ayuda alimentaria financiada por la Unión Europea para los más vulnerables. A partir de 2024, en lugar de los alimentos en especie que enviaba hasta ahora y que en Ibiza repartían Cáritas y Cruz Roja, la asistencia europea será administrada a través de tarjetas monedero que podrán ser usadas directamente en los supermercados.

Estas tarjetas solo se destinarán a familias con hijos a su cargo en situaciones de pobreza o extrema vulnerabilidad. De esta forma, habrá muchos colectivos que se quedarán fuera de la ayuda y que tendrán que continuar acudiendo a los bancos de alimentos, ahora sin las aportaciones de la UE.
Estamos en un impás y sé que desde Cáritas a nivel nacional se está negociando, pero estamos asustados. Estamos en un momento de incertidumbre en cuanto al reparto de alimentos», destacó el director de Cáritas.