Los promotores de la reforma de un hotel en Sant Antoni ya han recibido la autorización de la Conselleria balear del Mar y del Ciclo del Agua para poder verter en la red de pluviales de este municipio el agua procedente del subsuelo sobre el que se levanta el establecimiento. Según han informado fuentes del Consistorio de este municipio, los responsables de la obra solicitaron en su día permiso al Ayuntamiento y este les indicó que, entre otras condiciones, debían contar con la autorización del Govern para poder llevar a cabo estos vertidos.

Las mismas fuentes han indicado que el Ayuntamiento, tras tener constancia de que los vertidos se estaban produciendo, tuvo que paralizar los trabajos el pasado mes de diciembre «porque los promotores no tenían autorización», a pesar de que así se les había indicado en su momento.

Además, el Consistorio, en cuanto tuvo constancia de los mismos, ordenó a Facsa, responsable del servicio municipal de gestión de aguas, que analizara los vertidos para saber cuál era el estado del agua. «Estas analíticas», han añadido, «permitieron comprobar que el agua, procedente del nivel freático, tenía una alta conductividad, muy por encima de lo permitido, por lo cual era agua salobre y, por lo tanto, no potable».