Cargamento de mascarillas comprado por el Govern balear en 2020. | CAIB

El Govern balear recibió desde Ibiza justo al inicio de la pandemia dos informes recogiendo las quejas de los sanitarios sobre la calidad de las mascarillas compradas a la trama del ‘caso Koldo’. Cargos del Hospital Can Misses y sindicatos de sanitarios en las Pitiusas remitieron toda esta documentación a la Dirección General del Servicio de Salud balear.

Así lo avanzó este lunes el periodista Carlos Herrera en su programa de la Cadena Cope. El popular locutor explicó cómo había accedido a esos informes en los que se alertaba de que las mascarillas adquiridas por la entonces presidenta Francina Armengol a la empresa Sociedad de Gestión S.L. no cumplían con ninguna de las certificaciones exigidas.

Según relató Herrera, desde el bloque quirúrgico de Can Misses denunciaron en su día que las mascarillas no llevaban la marca de la Comunidad Europea, algo obligatorio en este tipo de material. También desde el Área de Salud pitiusa, según explicó el periodista, se comunicó a Salud que las mascarillas quirúrgicas no protegían y que eran de un material de «pésima calidad», entre otras deficiencias detectadas.

Los documentos están fechados en abril de 2020. Sin embargo, no fue hasta agosto de ese año cuando Armengol firmó el certificado de idoneidad para pagar las mascarillas con fondos europeos.

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Valoraciones

Desde el Sindicato de Enfermería Satse recordaron ayer cómo en 2021 llegaron a presentar una denuncia por este tema ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. En ella, acusaron a la Gerencia del Área de Salud pitiusa de vulnerar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
«Hicimos muchísimas comunicaciones de riesgo y, viendo que no se solucionaba, llegamos a interponer la denuncia. Las mascarillas no tenían el marcado e incumplían todas las medidas de protección», explicaron ayer.

Desde el sindicato reconocieron no entender por qué todo este escándalo sale ahora a la luz pública, cuando desde el año 2020 estos profesionales venían quejándose de todas estas deficiencias.
El Sindicato Médico Balear declinó ayer realizar valoraciones sobre todo este asunto al no manejar información al respecto.

En febrero de 2021, y en relación a la denuncia ante Inspección de Trabajo, Satse explicó que desde julio de 2020 habían presentado numerosas notificaciones sobre los riesgos que sufrían los trabajadores del hospital. Según explicaron entonces a este rotativo, fueron más de 20 comunicaciones las presentadas durante aquel periodo inicial de la pandemia.

El sindicato manifestó entonces no entender que la Gerencia no distribuyera mascarillas FFP2 con marcado CE e infringiera otras medidas de protección. También aseguró hace tres años que las mascarillas eran de baja calidad y llegó a señalar que eran «modelos que no se deben utilizar».
En plena pandemia, desde el Sindicato Médico de Baleares llegaron a exigir también a Salud la retirada inmediata de hasta tres tipos de mascarillas destinadas al personal sanitario al comprobar que no estaban homologadas.