Imagen de archivo de una zona del puerto de Ibiza incluida en el plan especial.

La Asociación Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas (Apeam) considera que el Plan Especial del Puerto de Ibiza «no alcanza a responder satisfactoriamente a las necesidades de un puerto de gran trascendencia para la economía de la isla como es el de Ibiza». Así lo refleja en su escrito de alegaciones presentado en relación a la aprobación inicial del importante documento.
Desde diciembre, la asociación había estado recabando entre sus miembros, que a su vez son operadores del puerto, las alegaciones que éstos consideraran oportunas.

En las cuestiones previas, Apeam recuerda en su escrito cómo el Plan Especial no puede incluir determinaciones que supongan una perturbación en el ejercicio de las competencias de explotación portuaria y de señalización marítima. Según reconoce también, pretende modificar el proyecto puesto que «los planteamientos del Plan Especial no responden a los objetivos señalados y carecen de justificación técnica y jurídica».

Apeam recuerda que el documento que hasta ahora ha estado en exposición pública pretende dotar de una herramienta urbanística a la Autoridad Portuaria y al Ayuntamiento de Eivissa para una correcta gestión y explotación del espacio de dominio público portuario.

Las alegaciones

En el documento de Apeam, la asociación considera que el Plan Especial contiene aspectos que suponen una interferencia y perturbación a la actividad portuaria, afectando además a la seguridad e impidiendo la satisfacción de los pasajeros.

Según destaca, la aprobación del Plan debe tomar en consideración que se está ante un instrumento urbanístico que además debe contemplar las medidas y previsiones necesarias para garantizar la suficiente explotación del espacio portuario, su desarrollo y su conexión con los sistemas generales de transporte terrestre.

«El desarrollo del puerto no puede verse comprometido por el Plan Especial», insiste la Apeam en su escrito.

También recuerda que los usos propuestos deben ceñirse a lo establecido en la Delimitación de Espacios y Usos Portuario (DEUP) que prevé en el puerto de Ibiza la combinación de actividades en distintas áreas.

Según el documento presentado, el plan especial del puerto «se sobrepasa en sus funciones al regular los usos portuarios y definir aquellos previstos para cada una de las diferentes áreas en las que se divida la zona de servicios».

La asociación resalta que se obvian las condiciones y características de las construcciones que deberán permitir el correcto funcionamiento de las actividades y garantizar la adaptación a las necesidades que surjan en el futuro.

Zona por zona, el escrito de alegaciones repasa las deficiencias que, a su entender, registra el especial del puerto. En relación al Área 1 o muelle sur, Apeam lamenta que no se prevén edificaciones complementarias para albergar servicios y controles, por lo que en caso de aumentar la exigencia en cuanto a seguridad operacional, sería inviable mantener la actividad actual en esta zona destinada al tráfico de cruceros.

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Sobre el muelle de Ribera de Poniente, se considera que «carece de lógica» que se pretenda destinar este punto al tráfico local y de excursiones, mientras que a los pasajeros del tráfico marítimo con Formentera se les obliga a desplazarse considerablemente, según se sugiere en el nuevo documento.

Club Náutico Ibiza

En relación a la zona del Club Náutico Ibiza, Apeam cree «incompatible» por cuestiones de seguridad la actividad deportiva con el tráfico marítimo entre Ibiza y Formentera. También exige que en el Plan Especial se delimite de manera exacta cada una de las actividades que conviven en el Área 4 o muelles comerciales del puerto.

Según lamenta, ahora mismo se desconoce cómo se distribuirán estas zonas y qué superficie se le atribuirá a cada una de ellas.

Apeam critica que no se ha analizado el movimiento de vehículos que genera la actividad marítima entre las Pitiusas, sin contemplar zonas de preembarque de dichos vehículos que deberían disponer de una superficie, como mínimo, de 1.800 m2, aunque nada se incluye sobre esto en el Plan.
«Esta forma de operar conlleva un estrés del tráfico y pasajeros que pone en riesgo no sólo a los agentes operadores, sino a los ciudadanos», destaca Apeam.

En las alegaciones, se afirma que el propio plan especial del puerto detecta la congestión del vial de acceso a los muelles de es Botafoc al menos unos días al año sin proponer ninguna medida al respecto, por lo que es «absolutamente necesario» incorporar hasta el dique el desdoblamiento de un carril que pueda adaptarse al tráfico existente en cada momento del día.

Atraque mixto

Entre las carencias detectadas, se recalca que en los planos delplan especial del puerto sólo aparece un atraque para buques mixtos -de pasaje y carga- que operan entre Ibiza y Formentera cuando en la actualidad hay tres atraques a compartir entre seis embarcaciones.

Las críticas

En las alegaciones, la asociación lamenta que el plan especial del puerto es «un instrumento que limita la satisfacción de las necesidades actuales y futuras de movilidad en el puerto y compromete su desarrollo en una clara extralimitación competencial».

En este sentido, critica que no contiene la suficiente previsión de una red interna de transporte y conexión con los restantes sistemas generales «ignorando que la movilidad es fundamental para el desarrollo cotidiano de las actividades en las islas». El documento además mantiene a juicio de Apeam una evidente falta de planificación logística en relación al desembarco de mercancías, incluidas las peligrosas, algo que es «gravísimo» dada la afectación que la modificación generará en los muelles comerciales.

Por último, y entre numerosas consideraciones, Apeam rechaza también la realidad urbanística que, por falta de concreción, incluye el documento.

Desde Apeam, el delegado Rafael Cardona considera que el Plan Especial es simplemente «una declaración de intereses», pero «no define nada en concreto y eso a la larga genera inseguridad». «Son todo conjeturas y no hay nada claro; a qué destinan una zona y a qué otra. ¿Dónde irán las mercancías peligrosas?», insiste.

Sobre la edificabilidad, Cardona critica que tampoco se determinen las alturas, volumetrías o ubicación de los edificios. «¿Dónde va el área técnica o la cofradía?», concluye Cardona, reiterando que «es todo una indefinición».