El cruce de los Cazadores es uno de los puntos negros de la red de carreteras de la isla de Ibiza. | Moisés Copa

El Consell d’Eivissa trabaja a destajo para poder licitar y adjudicar en los próximos meses las obras de dos importantes proyectos viarios: la reforma de la E-10 y la rotonda de los Cazadores. Dos proyectos que suman una inversión de aproximadamente 20 millones de euros y cuyas obras se iniciarán tras la temporada turística.

La intersección de las carreteras de Sant Joan y Santa Eulària, conocido como el cruce de los Cazadores, es uno de los principales puntos negros de la red viaria insular. El departamento de Infraestructuras Viarias ha diseñado una rotonda de 80 metros de diámetro con el objetivo de disminuir la siniestralidad en esta vía. Un proyecto que ya ha sido aprobado y del que ahora se están redactando los pliegos para sacar a licitación por poco más de seis millones de euros.

«Sigo manteniendo que las obras las empezaremos después de este verano. Será una obra larga, provocará retenciones, pero hay que pensar en la seguridad que vendrá después. Tiene una estimación de ejecución de un año o año y medio, por lo que al final de la legislatura estará en funcionamiento», vaticina el conseller de Infraestructuras Viarias, Mariano Juan, quien recalca que a pesar de que en este punto se producen numerosos accidentes graves a lo largo del año, «antes de nuestra llegada nadie había hecho nada. Hicimos primero un estudio de alternativas, se redactó el anteproyecto y ya se ha aprobado el proyecto definitivamente».

Primer cinturón de ronda

El otro gran proyecto que el Consell d’Eivissa tiene previsto iniciar tras el verano es el de la reforma del primer cinturón de ronda de Vila desde la rotonda de ses Figueretes hasta la glorieta de Can Misses. Una reforma que pretende que esta vía, gestionada por la institución insular, pase a ser una avenida más de la ciudad de Ibiza. En la pasada legislatura el proyecto se paralizó por la intención del equipo de gobierno del socialista Rafa Ruiz de incluir un aparcamiento subterráneo para 1.500 plazas. Sin embargo, el cambio de color político en Can Botino permitió al Consell d’Eivissa retomar un proyecto cuya idea original nació en 2011.

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La remodelación de esta vía contempla, entre otras cuestiones, la creación de dos carriles por sentido, un gran bulevar central, la conexión con todas las calles que hoy no tienen acceso directo al primer cinturón de ronda y un segundo acceso subterráneo a la estación de autobuses Cetis.

«Llevábamos más de 15 años hablando de la remodelación de la E-10 sin ejecución ni presupuesto. Hemos modificado el proyecto para dar una nueva entrada al Cetis. Ahora queda por concretar con el Ayuntamiento de Eivissa dónde se tiene que hacer la apertura y qué plazos maneja, porque hay que simultanear estas dos obras para que la carretera sea funcional. La idea es empezar tras el verano», asegura Mariano Juan.

El proyecto inicial de reconversión de la E-10 en su primer tramo estaba presupuestado en cerca de 10 millones de euros. Una cifra que ahora superará los 13 millones de euros por el incremento que han sufrido los costes de los materiales en los últimos años.

En el momento de su aprobación inicial, la institución insular planteó que la renovación del primer cinturón de ronda de Vila se financiara con los fondos del convenio de carreteras con el Estado. Esta vía, sin embargo, se cerró cuando el Govern de Armengol negoció con el Gobierno central un nuevo acuerdo de financiación que dio al traste con los convenios que se firmaban tradicionalmente con las instituciones insulares. No obstante, Mariano Juan asegura que el Consell d’Eivissa tiene fondos suficientes para acometer esta obra, lo que no significa que dejen de reclamar al Gobierno la recuperación de los convenios para financiar proyectos de mejoras viarias.