La jornada de limpieza en Cala Salada es el resultado de haber encontrado residuos tras las actuaciones de fajas contra incendios. | Moisés Copa

Este viernes, el Ayuntamiento de Sant Antoni ha organizado una jornada de limpieza forestal en Cala Salada, en colaboración con la organización Ocean Keepers y el servicio de limpieza municipal UTE Portmany.

El objetivo de esta iniciativa liderada por la concejalía de Medioambiente del municipio era retirar los residuos y suciedad que recientemente destaparon los trabajos de fajas de prevención contra incendios forestales que llevan realizándose en los últimos meses. «Hemos visto que las zonas donde hemos hecho las fajas contra incendios se ha destapado más suciedad de la que nos gustaría», comentó Pepita Torres, concejala de Medioambiente, Playas, Limpieza y Bienestar Animal de Sant Antoni. Torres además, aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento a la población y «concienciar» sobre la importancia de «mantener limpio los bosques y calles» del municipio. Asimismo, Torres ha recordado que todavía siguen en activo los trabajos de fajas de prevención contra incendios y la siguiente zona donde se actuará será la parte alta de Sa Talaia.

Media tonelada

La veintena de voluntarios se dividieron la actuación en dos zonas: un grupo en la parte de la playa y otro grupo en la zona del torrente, donde finaliza el camino de ses Fontanelles. En total, el equipo de Ocean Keepers y UTE Portmany, junto a Torres y Pepita Cardona, técnica de medioambiente, han conseguido recoger 500 kilos de residuos durante la jornada de limpieza.

En este sentido, Cardona recordó que pese a que todos los residuos hacen daño al medioambiente, concretamente las botellas de vidrio son un potencial peligro para el medio forestal. «En el caso de las botellas de vidrio, el riesgo de incendio aumenta enormemente. Hay un punto en concreto en esta zona donde hemos retirado mucha cantidad», señaló Torres.

Microplásticos

La organización Ocean Keepers, una asociación de ámbito local que nació en 2021, fue la encargada de organizar y liderar esta jornada exhaustiva de limpieza. «Vimos que en esta zona había muchos residuos y decidimos apuntarnos», señala David Gameiro, uno de los fundadores, que recuerda que la pequeña asociación nació «de cuatro amigos» con el objetivo de mantener la limpieza en zonas costeras de Ibiza y Formentera.

Gamero señala que los residuos más habituales en las Pitiusas dependen de las zonas. «En zonas donde la gente puede tirar esos residuos nos encontramos especialmente botellas, bolsas de plástico y plásticos de un solo uso, normalmente», puntualizó el joven. Sin embargo, su organización también patrulla las zonas inaccesibles para la población con una pequeña barca. «Allí nos encontramos redes de pesca, cajas de poliespan que utilizan los barcos pesqueros para conservar el pescado y mucha basura, especialmente proveniente del norte de África. Primero va a parar a Formentera, y el resto llega a Ibiza», señaló Gamero. El poliespán, como indica, es «especialmente nocivo» para las especies marinas ya que, al deshacerse, los animales lo confunden con alimento. El mismo caso de las redes pesqueras, un peligro que ataca a tortugas y peces en especial, al quedarse enganchadas en ellas.

En este sentido, Laura Mateos, otra de las voluntarias de Ocean Keepers, quiso incidir en la importancia de que estos plásticos se retiren «a tiempo» de las costas ibicencas. «Al final todos los residuos acaban siendo microplásticos y eso es un deshecho que es imposible recoger y que afecta gravemente a aves y peces», concluyó.