Durante la mañana de este miércoles ha tenido lugar el desalojo de alrededor de 80 personas en lo que se había convertido en un asentamiento ilegal en las instalaciones del antiguo Hotel Rustic, en el barrio de Sa Punta, entre Cas Serres y Platja d’en Bossa.

Para el desalojo participaron varias decenas de policías nacionales, entre ellos un grupo de antidisturbios apoyados por un helicóptero, además de agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil.
Pasadas las 9 de la mañana se personaban hasta cinco furgones de la Policía Nacional para proceder al desalojo por la entrada norte de las instalaciones. Un desalojo que transcurrió durante toda la mañana sin incidentes y en el que también tuvo que intervenir una retroexcavadora para facilitar el acceso a determinadas zonas de la finca y empezar a derribar algunas de las infraviviendas levantadas en las instalaciones.

Un buen número de habitantes en el asentamiento ilegal optaron por dejar las instalaciones por un camino en la cara sur de la finca, por donde salieron multitud de coches y caravanas, algunas empujadas por varias personas.

Se trata de una finca de cerca de 11.000 metros cuadrados en el que se encuentran unos antiguos barracones militares reformados y una casa. Unos terrenos en los que durante años se han venido construyendo toda una serie de infraviviendas y almacenando todo tipo de vehículos abandonados y desguazados.

Familias
Tal como explicaba durante el desalojo Gloria Corral, de la plataforma antidesahucios, «en esta finca viven 14 familias entre las que hay 17 menores». Corral aseguraba que «la mayoría de la gente que vive aquí no es gente conflictiva, es gente trabajadora que vive aquí desde hace muchos años» sin dejar de apuntar que, sin embargo, «en la zona hay distintas zonas y en algunas es verdad que ha habido algún problema». «Hay quien vive aquí desde hace 12 e incluso 14 años», explica la representante de la plataforma antidesahucios que relata que «al principio todos pagaban alquiler, pero dejaron de pagarlo cuando se enteraron de quien se lo cobraba ni era el propietario ni le representaba».

De las familias desalojadas, Corral asegura que «una de ellas ha viajado a la Península para dejar a los niños con sus familiares, una abuela se va a mudar con sus dos nietos a la casa de su exnuera y otras dos familias con niños han alquilado una autocaravana» mientras espera que «las demás las puedan atender desde los Servicios Sociales». Unos Servicios Sociales que estuvieron también presentes durante todo el desalojo, que culminó alrededor del medio día.

Animales
No solo los Servicios Sociales estuvieron presentes durante la actuación, y es que la concejalía de Bienestar Animal también hizo acto de presencia debido al número de animales presentes en la zona. «Hay bastantes perros, pero todos tienen dueño y no presentan ningún problema», declaraba el concejal de Bienestar Animal que reconocía que «sin embargo, se han detectado un gran número de aves dedicadas a la pelea y una pequeña colonia de gatos a los que buscaremos una solución».